“Final cut”
Directores: Dominic Anciano y Ray Burdis.
Guión: Dominic Anciano y Ray Burdis.
Intérpretes: Jude Law, Sadie Frost, Ray Winstone, John Beckett, William Scully, Mark Burdis, Perry Benson, Lisa Marsh, Ray Burdis, Dominic Anciano.
(Reino Unido, 1998)
Sinopsis:
Once amigos se reúnen en el funeral de su joven amigo Jude. Su viuda, Sadie, les pide que acepten ver la película que el difunto había estado grabando durante los dos últimos años. La cinta resulta tener como protagonistas a los propios asistentes que habían sido grabados en casa de Jude por cámaras ocultas. Poco a poco se irán revelando todos los secretos del grupo.
Primera película de la dupla (interpretación, producción, guión y dirección) formada por Dominic Anciano (que gran nombre para un gangster italo-americano) y Ray Burdis. Habituales de la televisión británica son los creadores de la serie “Operation good guys” (1997). Dirigirían otro largometraje titulado “Love, honor and obey” en 2001. Prácticamente con el mismo elenco actoral, en el que destacan la presencia de Jude Law y Sadie Frost, desarrollarían en esta ocasión una historia sobre la mafia del sur de Londres pero sin abandonar su habitual tono ácido tan característico del humor inglés.
Anticipándose, al menos en nuestro país, al infame fenómeno televisivo de Gran Hermano, Dominic y Ray elaboran una trama de lo más simple y efectiva que aprovecha al máximo sus escasos recursos técnicos. Estamos ante una producción eminentemente modesta en la que su descuidado look imprime realismo a la historia. Apúntese a modo de anécdota que los nombres de los personajes son los mismos que los de los actores.
Apoyándose en un casting brillante la película nos hace enfrentarnos cara a cara con uno de los enemigos más temidos por el ser humano… la verdad. ¿Seriamos capaces de soportar las opiniones que realmente tienen de nosotros nuestros seres queridos? ¿Aguantaríamos estoicamente sentados en un sillón mientras vemos un video en el que nuestra pareja nos es infiel con nuestro mejor amigo? ¿Qué opinión tendríamos de nosotros mismos al vernos borrachos y drogados burlándonos de las debilidades de los demás? Nadie, absolutamente nadie, saldría indemne del ojo inquisidor de una cámara oculta.
Jude Law, inmenso en su papel de sardónico demiurgo, desnuda a sus invitados de la peor manera posible, sometiéndolos al juicio de la comunidad. Su viuda, Sadie, se encargará de que ninguno de los involuntarios protagonistas se escape de un sólo minuto de la proyección. Un experimento macabro que desenmascarará por completo la verdadera personalidad de los asistentes.
Tomando como base un guión, quizá demasiado forzado o condicionado de cara a la sorpresa final y cayendo en más de un ocasión en el estereotipo al describir las supuestas conversaciones privadas que mantienen hombres y mujeres en sus respectivos grupos (destacar la esperpéntica, aunque hilarante, escena en la que una de las chicas muestra a sus amigas las bolas chinas que siempre lleva en su interior), la premisa no deja de ser interesante. ¿Qué pasaría si todos estuviéramos siendo observados? ¿Alguna pareja aguantaría la revelación de la verdad? Esa es la dura prueba a la que se someten los amigos de Jude.
Al final de la película ningún personaje resulta simpático al espectador, desde el propio Jude, con su maquiavélico juego en pos de poner boca arriba la personalidad de cada uno de sus amigos hasta Sadie, orgullosa cómplice, pasando por la troupe de maltratadores, adúlteros, violentos, traidores, gorrones y, en general, indeseables que conforman el resto de la pandilla. Un panorama tan desolador como, desgraciadamente, convencional.
Toda la película está rodada como si de un documental casero se tratase. El vídeo rodado por Jude se divide entre secuencias con cámara fija o en mano grabadas con el consentimiento de los protagonistas y las secuencias recogidas por las cámaras ocultas situadas en las diferentes habitaciones de la casa y en los pubs donde solía reunirse el grupo. La parte rodada en el entierro, donde se producen las reacciones de los asistentes, está rodada cámara en mano por un supuesto profesional al que Sadie encargó rodar la ceremonia.
Este aire desnudo, amateur, juega claramente a favor de la producción, pues parece que estemos asistiendo a algo real (en una parte de la grabación Jude muestra el tipo de cámaras que utiliza para la elaboración de su “proyecto”), como si alguien se hubiera encontrado la cinta en casa de un amigo y nos la hubiera pasado. Es indudable por tanto el morbo voyeurista que suscita la película. No en vano, la cinta grabada por Jude se inicia con la grabación de una de las asistentes orinando en el water, violando brutalmente su intimidad y dando comienzo al espectáculo voyeur sin ningún tipo de concesiones del que nos va a hacer partícipes. ¿Qué es más enfermizo la actitud de la gente a espaldas de sus parejas y amigos o el ojo que espía tras la cerradura?.
Directores: Dominic Anciano y Ray Burdis.
Guión: Dominic Anciano y Ray Burdis.
Intérpretes: Jude Law, Sadie Frost, Ray Winstone, John Beckett, William Scully, Mark Burdis, Perry Benson, Lisa Marsh, Ray Burdis, Dominic Anciano.
(Reino Unido, 1998)
Sinopsis:
Once amigos se reúnen en el funeral de su joven amigo Jude. Su viuda, Sadie, les pide que acepten ver la película que el difunto había estado grabando durante los dos últimos años. La cinta resulta tener como protagonistas a los propios asistentes que habían sido grabados en casa de Jude por cámaras ocultas. Poco a poco se irán revelando todos los secretos del grupo.
Primera película de la dupla (interpretación, producción, guión y dirección) formada por Dominic Anciano (que gran nombre para un gangster italo-americano) y Ray Burdis. Habituales de la televisión británica son los creadores de la serie “Operation good guys” (1997). Dirigirían otro largometraje titulado “Love, honor and obey” en 2001. Prácticamente con el mismo elenco actoral, en el que destacan la presencia de Jude Law y Sadie Frost, desarrollarían en esta ocasión una historia sobre la mafia del sur de Londres pero sin abandonar su habitual tono ácido tan característico del humor inglés.
Anticipándose, al menos en nuestro país, al infame fenómeno televisivo de Gran Hermano, Dominic y Ray elaboran una trama de lo más simple y efectiva que aprovecha al máximo sus escasos recursos técnicos. Estamos ante una producción eminentemente modesta en la que su descuidado look imprime realismo a la historia. Apúntese a modo de anécdota que los nombres de los personajes son los mismos que los de los actores.
Apoyándose en un casting brillante la película nos hace enfrentarnos cara a cara con uno de los enemigos más temidos por el ser humano… la verdad. ¿Seriamos capaces de soportar las opiniones que realmente tienen de nosotros nuestros seres queridos? ¿Aguantaríamos estoicamente sentados en un sillón mientras vemos un video en el que nuestra pareja nos es infiel con nuestro mejor amigo? ¿Qué opinión tendríamos de nosotros mismos al vernos borrachos y drogados burlándonos de las debilidades de los demás? Nadie, absolutamente nadie, saldría indemne del ojo inquisidor de una cámara oculta.
Jude Law, inmenso en su papel de sardónico demiurgo, desnuda a sus invitados de la peor manera posible, sometiéndolos al juicio de la comunidad. Su viuda, Sadie, se encargará de que ninguno de los involuntarios protagonistas se escape de un sólo minuto de la proyección. Un experimento macabro que desenmascarará por completo la verdadera personalidad de los asistentes.
Tomando como base un guión, quizá demasiado forzado o condicionado de cara a la sorpresa final y cayendo en más de un ocasión en el estereotipo al describir las supuestas conversaciones privadas que mantienen hombres y mujeres en sus respectivos grupos (destacar la esperpéntica, aunque hilarante, escena en la que una de las chicas muestra a sus amigas las bolas chinas que siempre lleva en su interior), la premisa no deja de ser interesante. ¿Qué pasaría si todos estuviéramos siendo observados? ¿Alguna pareja aguantaría la revelación de la verdad? Esa es la dura prueba a la que se someten los amigos de Jude.
Al final de la película ningún personaje resulta simpático al espectador, desde el propio Jude, con su maquiavélico juego en pos de poner boca arriba la personalidad de cada uno de sus amigos hasta Sadie, orgullosa cómplice, pasando por la troupe de maltratadores, adúlteros, violentos, traidores, gorrones y, en general, indeseables que conforman el resto de la pandilla. Un panorama tan desolador como, desgraciadamente, convencional.
Toda la película está rodada como si de un documental casero se tratase. El vídeo rodado por Jude se divide entre secuencias con cámara fija o en mano grabadas con el consentimiento de los protagonistas y las secuencias recogidas por las cámaras ocultas situadas en las diferentes habitaciones de la casa y en los pubs donde solía reunirse el grupo. La parte rodada en el entierro, donde se producen las reacciones de los asistentes, está rodada cámara en mano por un supuesto profesional al que Sadie encargó rodar la ceremonia.
Este aire desnudo, amateur, juega claramente a favor de la producción, pues parece que estemos asistiendo a algo real (en una parte de la grabación Jude muestra el tipo de cámaras que utiliza para la elaboración de su “proyecto”), como si alguien se hubiera encontrado la cinta en casa de un amigo y nos la hubiera pasado. Es indudable por tanto el morbo voyeurista que suscita la película. No en vano, la cinta grabada por Jude se inicia con la grabación de una de las asistentes orinando en el water, violando brutalmente su intimidad y dando comienzo al espectáculo voyeur sin ningún tipo de concesiones del que nos va a hacer partícipes. ¿Qué es más enfermizo la actitud de la gente a espaldas de sus parejas y amigos o el ojo que espía tras la cerradura?.
Un entretenimiento tiernamente patético y fascinantemente culpable.
6 comentarios:
Ummm.. Interesante. No tenía ni idea de esta peli. Es cuestión de buscarla...
Gracias, compañero ;)
Has despertado mi cuirosidad con una película que desconcía y que me pongo a buscar ya mismo. Saludos
Desconocía esta pelicula, muy buena recomendación pues luce muy interesante, una buena propuesta filmica. Pensar que hoy en dia esto de la cámara en mano ya cansa. Saludos¡¡
¡Que buena pinta! Mira que somos vouyeurs, hay que admitirlo (eso sí, detesto la mierda de "Gran Hermano"). Jude Law me parece un actorazo como la copa de un pino aunque creo que no ha sabido escoger del todo bien sus papeles, intercambiando buenas películas con calamares gigantes. Buscaré esta "La Toma Final" porque tiene una pinta interesante, gracias Fagiafilia por la recomendación. Un saludo.
¡Parece que la peli es más desconocida de lo que pensaba!
Yo tampoco tenía ninguna referencia sobre ella hasta que me topé con el dvd en un puesto de la Semana Negra, aquí en Norteña (también conocida como Gijón) La presencia de un jovencísimo Jude Law, la trama y el precio de saldo hicieron que no dudara en adquirirla.
Lo más interesante es la propuesta, el desarrollo de la idea podría haber sido mucho mejor, pero en general la peli tiene su gracia y su encanto. Lo mejor son las preguntas que uno puede hacerse mientras la ve.
Gracias por los comentarios y espero que, si veis la peli, al menos os entretenga.
Santi: Sí, Jude Law es un actorazo pero tal y como está hollywood en la actualidad no hay nadie que se libre de protagonizar algún bodrio.
No conocía esta película pero me ha parecido interesante. Hoy me pongo en campaña para buscarla.
Saludos.
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