martes, 29 de abril de 2008

21 BLACK JACK





21 Black Jack
Director: Robert Luketic
Guión: Peter Steinfeld, Allan Loeb (Libro: Ben Mezrich)
Música: David Sardy
Fotografía: Russell Carpenter
Intérpretes: Jim Sturgess, Kate Bosworth, Laurence Fishburne, Kevin Spacey, Liza Lapira, Josh Gad, Masi Oka, Aaron Yoo, Sam Golzari
(EE.UU) 2008


Sinopsis:

Ben Campbell, un joven lumbreras que cursa estudios en el instituto tecnológico de Massachussets (MIT) depende de una beca para costearse la carrera de medicina en la Universidad de Harvard. Su profesor de matemáticas, Micky Rosa, le da la oportunidad de conseguir el dinero suficiente apuntándose a su grupo de genios, (entre los que se encuentra la sensual Jill Taylor, por la que suspira el joven, al igual que el resto del instituto) que se dedican a contar cartas en el black jack los fines de semana en Las Vegas. En poco tiempo se hace con el dinero suficiente para pagarse los estudios universitarios, sin embargo, la atractiva vida que lleva en Las Vegas le hace continuar jugando hasta que el veterano jefe de seguridad de casinos Cole Williams le hace despertar de su sueño.

Siguiendo el clásico desarrollo de las películas sobre juego: aprendizaje, éxito, derrota, descenso a los infiernos y posterior resurgir con la lección aprendida, el largometraje se convierte en una acumulación de clichés sobre el género, Laurence Fishburne es el “segurata” de vieja escuela (al más puro estilo del televisivo Ed Deline) que utiliza su olfato para localizar a los “estafadores” (a pesar de que contar cartas no es ilegal está claro que los casinos no van a dejar que nadie gane grandes sumas) haciendo uso de los métodos más contundentes para mantener a raya a los listillos que se atrevan a desafiar a la banca; Jim Sturgess es el chico listo con la temeridad suficiente para apostar a lo grande; Kate Bosworth la hermosa chica que motiva al protagonista para ir más allá y Kevin Spacey el viejo y cínico maestro que ya estuvo antes allí.


El guión juega sin sonrojarse con la elipsis para ¿sorprender? En un tramposo e ¿inesperado? giro final, no faltan las buenas intenciones de chico bueno adolescente (joven modélico que pretende costearse sus estudios para que ello no suponga una carga para su familia) ni el edulcorado romance hollywoodiense (chico rarito con chica de calendario) el reclamo del atractivo que supone para todo ser humano el dinero, las suites de lujo, las bellas mujeres, la emoción por el juego, en definitiva, la dolce vita, es mostrado de una forma tópica, desaprovechando una posible visión microscópica de la enorme oferta de ocio, vicio y perversión que posee la gran ciudad de Nevada con la que puede corromper las blandas y débiles mentes adolescentes. La banda sonora formada en su mayoría por temas pop de moda en la actualidad le viene al pelo al espíritu de la película, al igual que ella la música es llamativa, pegadiza y totalmente vacía.

El reparto plagado de jóvenes actores, entre los que destaca con luz propia la hermosa Kate Bosworth (más atractiva que nunca) cuenta con un extrañamente inspirado Kevin Spacey (Hace años que no da pie con bola, pero sin duda este tipo ha nacido para hacer de malo) encarnando al manipulador y brillante profesor de matemáticas “aplicadas” (y muy bien aplicadas) así como con un contundente Laurence Fishburne, cuyo papel de tipo duro de vuelta de todo le viene como anillo al dedo, ¡lástima que no haya ninguna escena de enterramiento en el desierto de Nevada!

A pesar de la falta de originalidad, de la previsibilidad del moralista desenlace, la película es gratamente digerible si nos dejamos enredar en su ingenua propuesta (La credibilidad en la sala de juego es insostenible, unos niñatos disfrazados haciéndose pasar por millonarios y utilizando unas señas tan descaradas que el mayor de los miopes divisaría sin lentillas), si por un momento somos capaces de dejarnos llevar por las emociones como hace el pipiolo protagonista (supuestamente con una cabeza muy bien amueblada) sucumbiendo al encanto del candor juvenil de Jill Taylor, embriagándonos con el color del dinero fácil que brota de los verdes tapetes, arropándonos con los últimos modelos de Gucci que venden en las boutiques más selectas, experimentaremos esa sensación adrenalínica de vivencia prematura, ese vacío estomacal que sólo producen las mejores montañas rusas, aquellas que están llenas de bruscas subidas y bajadas, que nos hacen vomitar pero que cuando terminan siempre queremos volver a montarnos.

La astucia de “El golpe” (bueno más bien pinceladas, aunque si en la película de Newman y Redford eran los personajes los que hacían trampas aquí es el guionista), la brutalidad de Las Vegas mostrada en “Casino” (en fuera de plano of course, ¡por el amor de dios esto es una producción mainstream!) pasada por el higiénico y casto (además de patético y antinatural) romanticismo de “Dawson crece”.

viernes, 25 de abril de 2008

REBOBINE, POR FAVOR




Be Kind Rewind (Rebobine, por favor)
Director: Michel Gondry
Guión: Michel Gondry
Fotografía: Ellen Kuras
Música: Jean-Michel Bernard
Intérpretes: Jack Black, Mos Def, Danny Glover, Mia Farrow, Meloni Díaz, Chandler Parker, Irv Goodrich, Arjay Smith, Sigourney Weaver, Paul Dinello, Heather Lawless
(EE.UU) 2007

La última película del realizador francés Michel Gondry, lo aleja del personal mundo y de la imaginería visual mostrada en sus dos últimos largometrajes de ficción, la genial “Olvídate de mí” o la imaginativa “La ciencia del sueño” ambas obras aplaudidas mayoritariamente por la crítica más sesuda, la segunda sin embargo recibió una discreta acogida por parte del público.

Narra la desaparición de un mundo obsoleto y nostálgico simbolizado con la muerte del VHS (analógico) barrido por el DVD (digital). El cambio socio-generacional abarca sin embargo un espectro mucho mayor, el gigante inmobiliario acaba con todo, no respeta las antiguas e históricas construcciones, sólo se preocupa de sacar el máximo partido a sus explotaciones.

Sinopsis:

Mike queda temporalmente a cargo del videoclub del Sr. Fletcher. Su amigo Jerry, pretende sabotear la central eléctrica frente a la que vive en su caravana, pero es magnetizado en el intento. Cuando vuelve al videoclub magnetiza todas las cintas haciéndolas inservibles, la única manera de mantener a los clientes satisfechos y que el Sr. Fletcher no se enfade a su vuelta es recuperar todas las películas. ¿Cómo hacerlo?, muy fácil, grabando ellos mismos su propia versión. Los clientes comienzan a hacer grandes colas para alquilar estas peculiares producciones (películas suecadas), pero los propietarios de los derechos cinematográficos de la obras registradas no opinan lo mismo…


La película funciona en todo momento como comedia, los extravagantes personajes que parecen sacados del universo Jarmusch se relacionan verbalmente entre ellos con un impreciso y desternillante vocabulario. La realización de las películas suecadas, a la que podemos asistir en buena parte del metraje, despierta irremediablemente la carcajada del espectador, inolvidables Jack Black y Mos Def disfrazados con papel de plata haciendo de cazafantasmas en una biblioteca. La parte final recupera el espíritu nostálgico de Frank Kapra con la exhibición del documental suecado sobre la vida de Fats Waller, pianista de jazz que en los años veinte triunfó en los EE.UU para dar el salto a Europa en la década siguiente, en el film se reivindica que nació en el barrio de New Jersey donde viven los protagonistas, pero en realidad el artista es oriundo del newyorkino barrio de Harlem.

Los personajes secundarios funcionan perfectamente como complemento de los protagonistas, fantástica la caracterización de Mia Farrow en el personaje de la excéntrica Miss Falewicz, que siempre olvida devolver las películas y está obsesionada con “Paseando a Miss Daisy” o la dulce e ingenua Alma, interpretada por Meloni Díaz, que además de ayudar a los protagonistas en la realización de sus obras tiene una infructuosa historia de amor con el torpe Mike.



El videoclub del Sr. Fletcher (magistralmente interpretado por un siempre convincente Danny Glover) no es atractivo ni deslumbrante, al igual que su aliado (el VHS), está viejo y polvoriento, sin embargo está lleno de películas fascinantes, cine mudo, películas de culto, documentales sobre la vida de Fats Waller, un rico mundo lleno de matices y emociones. El público ha dado la espalda a todo ese saber, ahora sólo se interesa por las últimas novedades que alquilan en el Blockbuster más cercano en formato digital, menos variedad, y más copias para que nadie se quede sin ver la última e insulsa producción hollywoodiense. La magia del cine se ha acabado, la practicidad económica impone su ley. Aunque tampoco parece irle mucho mejor al nuevo videoclub, en la escena en la que Jack y Mike irrumpen en el local para robar el proyector, sorprenden al dueño del negocio durmiendo en él, las deudas han hecho que tuviera que empeñarlo todo, el mundo del vídeo está condenado al ostracismo, incluso en su formato digital, internet ha acabado con todo, se acabó ese alo romántico de estanterías interminables repletas de clásicos, exploits y vodrios, ya no hay lugar físico para la aventura, el romance ni la comedia, al menos no mayor del tamaño de un disco duro.

Reflexión nostálgico-cinéfila sobre la muerte del vídeo, las películas suecadas gustan a la gente porque es el propio público el que las realiza, personajes de carne y hueso y no estrellas intocables que están por encima del bien y del mal, “Los cazafantasmas”, “King kong”, “2001, una odisea del espacio” o “Robocop” son películas con un equipo técnico detrás, con numerosos efectos especiales, y con un abultado presupuesto, pero no serían ni la mitad de lo que son si las personas que trabajaron en ellas no hubieran puesto su corazón al servicio del proyecto, ese es el motivo del éxito, al igual que hace Michel Gondry con esta película, a pesar de ser la más convencional de su filmografía, la más comercial, (si es que un par de adultos disfrazados haciendo el ganso delante de una cámara puede denominarse como comercial), la más naif y sobre todo la que hace gala de un humor y trama más simple, pone todo su corazón al servicio del film como hacen sus protagonistas, seres marginales, out-siders, adorables marcianos, que con sus maravillosas quimeras se evaden del insoportable día a día, una vieja cámara, el compañerismo y la imaginación son suficientes para alegrar la vida a todo un barrio, gentes sencillas que se conforman con esbozar una sonrisa o soltar una lágrima de vez en cuando ante una pantalla, para hacer su vida un poco más feliz.

martes, 22 de abril de 2008

ÁNGELES DEL INFIERNO



Ángeles del infierno (Hell´s angels)
Director: Howard Hughes, (no acreditados: James Whale y Edmund Goulding)
Guión: Harry Behn, Howard Estabrook, Joseph Moncurre March, sobre un argumento original de Marshall Neilan
Música: Hugo Riesenfeld
Fotografía: Antonio Gaudio, Harry Perry
Intérpretes: Ben Lyon, James Hall, Jean Harlow, John Darrow, Lucien Prival
(EE.UU) 1930

Argumento: (Esquema completo de la película, incluyendo el final. Si no la has visto…¡sáltatelo!)

Poco antes del comienzo de la I Guerra Mundial, los hermanos británicos Roy y Monte Rutledge pasan unos días en Alemania junto a su amigo germano Karl Armstdet. Monte es sorprendido en uno de sus muchos escarceos amorosos por el Barón Von Krantz metiendo mano a su esposa, el oficial alemán lo desafía a batirse en duelo con él, el joven huye a Inglaterra y es su hermano Roy quien va al encuentro en su lugar, sufriendo el roce de una bala en el brazo. Una vez el trío de amigos se encuentra en Inglaterra Karl recibe una carta que le obliga a incorporarse a filas, Alemania a declarado la guerra a Francia. Roy se alista más tarde como voluntario en la RFA (Real Fuerza Aérea), Monte que no quiere alistarse se verá obligado a hacerlo cuando besa a una joven que ofrece sus labios para reclutar jóvenes para la aviación. Una vez comenzada la instrucción Roy presenta a Monte a su novia Helen, a la que considera una chica decente, sin embargo ésta se acuesta con Monte, el cual no puede resistirse a sus encantos. Karl muere en combate tras eludir el bombardeo sobre Trafalgar Square mientras Roy y Monte consiguen derribar el “pájaro” alemán que intentaba destrozar Londres. Tiempo después, en el frente francés la guerra continúa, en el turno nocturno de la RFA muere al menos un piloto cada día, el último en morir había cambiado el turno a Monte, éste es acusado de cobarde. Para resarcirse de las críticas Monte acepta la misión suicida de bombardear una base alemana a bordo de un avión robado al enemigo, Roy le acompaña en su misión. La noche antes de volar Roy se desengaña cuando descubre a Helen ebria besuqueándose con un teniente de infantería, los dos hermanos se emborrachan hasta la hora de la batalla. Tras acabar con la base germana un avión consigue derribarlos, salen ilesos pero son capturados como prisioneros, el encargado de juzgarles es el Barón Von Krantz, quien reconoce a Monte al instante, les ofrece un trato si les dicen los planes de su ejército. Para que Monte no confiese Roy se ve obligado a dispararle por la espalda, Roy es fusilado pero gracias a su acción el frente británico logra avanzar y sorprender a los alemanes.

La superproducción hollywoodiense llevada a cabo por el megalómano Hogar Hughes, una de las mayores de la historia, es además de una película bélica, una de las pocas dedicadas a la gran guerra, un drama de tintes épicos, incluso podría calificarse como tragedia, las espectaculares escenas rodadas en exteriores por la aviación son técnicamente asombrosas y sin duda se encuentran entre las mejores escenas de acción jamás rodadas, el ballet aéreo al que asistimos sin en el uso de transparencias pone los pelos de punta, el rugir de los motores es música celestial para los oídos. La moralidad de la película es de una contemporaneidad apabullante, la cínica visión que tiene el apuesto y mujeriego Monte sobre el sexo femenino se confirma en la “peligrosa” rubia que interpreta a la perfección la malograda Jean Harlow (claro antecedente de la otra rubia indiscutible del celuloide, Marilyn Monroe), no es de extrañar que la misoginia que desprende la historia fuera idea del propio Hughes un hombre muy cercano al carácter del personaje que interpreta Ben Lyon, el dueño de la RKO era todo un playboy dentro de Hollywood (lo que es como decir un playboy universal) mantuvo affaires con Katharine Hepburn, Ava Gardner, Bette Davis, Olivia de Havilland, Ginger Rogers o la propia Jean Harlow. El año de producción de la película, anterior al código Hays permitió que se realizaran algunas escenas subidas de tono, como la que se produce en la fiesta de alta sociedad en la que Roy presenta a Helen a su hermano, ella luce un vestido escotado sin sujetador, pide a Roy que le vaya a buscar un ponche, momento que aprovecha para besar a Monte… ¡si amigos, en Hollywood las chicas ya tomaban la iniciativa en los años treinta! El consabido puritanismo americano no aparece en ningún momento a lo largo del relato, más bien está teñido de un elegante decadentismo europeo.

La película es un claro alegato antibelicista (como suele ocurrir con las mejores películas bélicas) el personaje de Monte cuando es acusado de cobarde por sus compañeros al intentar escaquearse de su turno de vuelo expone uno de los discursos más lúcidos que se hayan dicho en contra de la guerra en la historia del cine:

“no es verdad, no soy un cobarde. Puedo ver las cosas como son, eso es todo. Y estoy harto de este negocio bestial. Tontos. ¿Por qué permitís que os maten así? ¿Por qué estáis peleando? Patriotismo. Deber. ¿Estáis locos? ¿No os dais cuenta que son sólo palabras? Palabras acuñadas por políticos y buitres para conseguir que peleen por ellos. ¿Qué es una palabra comparada con la vida? La única vida que tenéis. Os daré una palabra. ¡Asesinato! Eso es ésta podrida guerra de los políticos. ¡Asesinato! Vosotros lo sabéis tan bien como yo. ¿Cobarde yo? ¡Vosotros sois los cobardes! ¡Yo tengo agallas para decir lo que pienso! ¡Vosotros tenéis miedo de decirlo! ¡Tanto miedo de que os llamen cobardes que preferís que os maten primero! Tontos. Infelices y estúpidos tontos”

EN EL PÁRRAFO QUE SIGUE SE DESVELA EL FINAL (Aviso para navegantes)

El final de la historia, con el sacrificio que hace Roy de la vida de su propio hermano no lo considero un acto de patriotismo, sino más bien de compañerismo, si Monte hubiera facilitado la información a los alemanes hubieran muerto tres mil hombres, tres mil compañeros, por tanto es un gesto heroico que nace del humanitarismo del que, por otra parte, el personaje hace gala a lo largo de toda la película.



viernes, 18 de abril de 2008

KILLING ZOE





Killing zoe
Director: Roger Avary
Guión: Roger Avary
Música: Tomandandy
Fotografía: Tom Richmond
Intérpretes: Julie Delpy, Eric Stoltz, Jean-Hughes Anglade, Bruce Ramsay, Gary Kemp, Tai Thai, Kario Salem
(EE.UU) 1994

Argumento:

Zed, un norteamericano experto en abrir cajas fuertes viaja a París debido a que un amigo suyo de la infancia le ha prometido un trabajo, pretende asaltar el Bastille Day Bank. Allí contrata a una chica de compañía que se paga así sus clases de Bellas Artes además de con un trabajo convencional que ejerce tres veces por semana. Tras acostarse y tener una breve conversación surge algo profundo entre ambos que Eric interrumpe cuando llega para hablar del plan y presentarle al resto de la banda, echando violentamente a Zoe de la habitación. Llegado el momento del golpe descubrimos que Zoe trabaja como empleada del Banco. Mientras Zed se encuentra en la parte de abajo intentando abrir la caja fuerte, el tiránico carácter de Eric unido a la incompetencia de sus compinches hacen que uno de los guardas logre disparar la pierna de uno de los asaltantes, los disparos hacen que la policía rodee el edificio, Eric desesperado toma a Zoe como rehén, Ze salva su vida cuando están a punto de dispararla. Eric lleno de ira intenta ahora matar a la pareja pero acaba tiroteado por la policía.

Roger Avary, "maestro" de Quentin Tarantino, (fue el que le consiguió el puesto de trabajo en el videoclub Video Archive donde el cinéfilo chiflado absorbería buena parte de la sapiencia cinéfaga que luego escupiría en sus películas), lleva a cabo en su segunda película como director, once años después de su desconocida “The Word Turns” una revisión-perversión de los códigos del cine negro como hiciera en la elaboración del guión de “Reservoir Dogs”, “Amor a Quemarropa” o “Pulp Fiction” (junto a su compañero, por aquel entonces, Quentin Tarantino)

Film Noir, cinefagia, drogas alucinógenas, tiros, sangre, una historia de amor y actitud gamberra y postmoderna en la coctelera para parir un estruendoso y ultra-violento thriller. Sello de la casa son los delirantes diálogos que no van en función de la acción del relato, pero sí nos muestran el carácter de los personajes, un clásico de la cultura popular es el diálogo que abría “Reservoir Dogs” sobre el tema de Madonna “Like a virgin”, en Killing Zoe se trata de un chiste grosero, escatológico y por ello delicioso, en mitad del atraco al banco:

Es la historia de un tío que ha pasado diez años en la cárcel, el tío durante esos diez años sólo tiene una obsesión: chuparle el culo a una tía… pues bien cuando sale de prisión el tío tiene sólo 20 pavos en el bolsillo y piensa…¡algo es algo! Y va directo al primer burdel de la esquina, tira los 20 pavos en la recepción diciendo:

- Quiero chupar un culo

El gordo que dirige el burdel le dice

- ¿20 pavos, pero que quiere hacer con 20 pavos, no podrá ir muy lejos con esto amigo?

Entonces el tipo lo coge por el cuello de la camisa y le dice:

- Escucha amigo llevo 10 años en la cárcel y le quiero chupar el culo a una tía y tiene que ser ahora, ¡sí! ¡ahora mismo!

- De acuerdo está bien, tranquilo, no te enfades (contesta el gerente)

Entonces le lleva a un cuarto sucio, mugriento y allí hay una puta gordísima, repugnante, con unas tetas así (el tipo que cuenta el chiste baja sus manos hasta debajo de la cintura) y unos pezones así (ahora simula unos grandes pezones juntándose dos dedos) pero el tío se lanza sobre la gorda y empieza a chuparle el culo… y chupa y chupa y chupa y al rato sale de su boca un trozo de huevo

- Que raro, creo que no he comido huevos esta mañana

Le extraña pero sigue chupando, y chupa y chupa y chupa y rato más tarde encuentra en su boca un trozo de carne que se le ha quedado entre los dientes, esta vez está seguro de que no ha comido carne desde hace mucho tiempo, pero aún así vuelve por tercera vez… y chupa y chupa y chupa y de repente encuentra un trozo de maíz y entonces dice (eructo de rigor) creo que voy a vomitar y la puta le contesta:


- (simulando no tener dentadura) El último cliente dijo exactamente lo mismo.




Este tipo de diálogos hermanan directamente con los de “Pulp Fiction”, sobre todo los que intercalaban los personajes de Jules y Vincent Vega, ambas obras se estrenaron en 1994, el salvaje tiroteo de Eric a manos de la policía que se produce al final recuerda a “Reservoir Dogs” así como a “El precio del Poder” (Scarface, Brian de Palma 1986) y la espectacular muerte de Tony Montana, la irrupción de la banda en el banco con sus caretas sardónicas riendo y vociferando recuerdan la escena de la “Naranja Mecánica” (A Clockwork Orange, Stanley Kubrick 1971) en la que Alex y sus drugos irrumpen con violencia en casa del escritor para posteriormente violar a su esposa, no es la única referencia al cine ultra-violento que podemos observar, la trágica resolución de los acontecimientos propiciada por el descuido de los asaltantes se asemeja a la escena que abre “Grupo Salvaje” (Wild Bunch, Sam Peckimpah 1969)

El tratamiento que hace Avary de la violencia es mucho más crudo que el de Tarantino, mientras el genio de Knoxville se vale del humor negro y las canciones molonas para ironizar sobre el tema (claro ejemplo de ello es la amputación de la oreja que el Sr. Rubio practica al ritmo de “Stuck in the middle with you” en “Reservoir dogs”) el canadiense no da tregua al espectador, su estilo es frío y cortante, especialmente violenta es la escena en la que Eric mata a una clienta del banco ante la negativa de uno de los trabajadores a abrir la caja fuerte, a pesar de que Zed sabía como abrirla, ese tipo de crueldad hermanaría a Roger Avary con otros directores, como los integrantes de “la generación de la violencia”, fundamentalmente con Siegel, Fuller y Peckimpah o otros de más reciente hornada como Rob Zombie.

La interpretación de Eric Stoltz, icono del cine indie por antonomasia es excelente, el chico malo que tras su descenso a los infiernos se redime a través del amor de una prostituta que le otorga la posibilidad de volver a empezar de cero. No brilla menos Jean-Hughes Anglade en el papel del pérfido guía del abismo que intenta arrastrar a todos a la quema en su autodestrucción personal. Impresionante el bohemio local parisino en donde la banda al completo pasa la noche antes del atraco rodeados de todo tipo de drogas mientras escuchan jazz, “este es el París auténtico, esto, este sótano, ¡Arriba en las calles lo único que hay es basura, tienes el centro Pompidou, la torre Eiffel, todo es una mierda, el Louvre, oh dios mío, el jodido Louvre, eso no le gusta ni siquiera a los guías, la gente de París es toda una mierda, a nadie le gusta Francia… pero aquí… lejos de todo lo de arriba, de los turistas, de las atracciones, de las jodidas tarjetas, la gente cambia, se está bien porque parece que no estemos en París, sino en cualquier parte” puro nihilismo en boca del tiránico líder de la cloaca.



El personaje interpretado por Julie Delpy, que de picar a nuestra puerta, teniendo en cuenta su angelical e inocente rostro, así como, su menudo y poco desarrollado cuerpo bien podríamos pensar que se trata de una colegiala que viene a vendernos papeletas para su viaje de fin de curso en vez de una fogosa prostituta ya estaba presente en el guión de la fascinante “Amor a quemarropa” (True romance, Tony Scott 1993) en aquella ocasión interpretada por una sensual y pizpireta Patricia Arquette que convertía en realidad el húmedo sueño de un valiente cinéfilo al que daba vida Christian Slater.

Si somos capaces de ver la película sin entrar en valoraciones sobre que hay de Tarantino en ella (al margen de ser uno de los productores ejecutivos) o que hay de Avary en “Pulp Fiction” (a juzgar por la posterior carrera de ambos directores, sobre todo en el caso de Tarantino, bien podrían volver a juntarse) disfrutaremos de una buena dosis de acción, sangre (con efectos especiales de Tom Savini) y ultra-violencia.


miércoles, 16 de abril de 2008

LA NOVIA ENSANGRENTADA



La Novia ensangrentada (The blood splattered bride)
Director: Vicente Aranda
Guión: Vicente Aranda
Intérpretes: Alexandra Bastedo, Dean Selmier, Maribel Martin y Simon Andreu
Música: Antonio Pérez Olea
Fotografía: Fernando Arribas
(España) 1972

Una pareja de recién casados se van a vivir a un viejo caserón propiedad de la familia del marido, poco después de la noche de bodas en la que la joven (Susan) es tomada carnalmente por primera vez desarrolla un rechazo sexual hacia su marido. A partir del descubrimiento de un cuadro del siglo XVIII en el sótano de la casa que muestra a una joven cuyo rostro a sido recortado de la pintura y que luce un traje de novia ensangrentado así como una daga en la mano derecha, (se trata de Mircalla, antepasado familiar que acabó con la vida de su marido la misma noche de bodas), Susan comienza a tener sueños en los que aparece la susodicha ordenándole matar a su marido. La daga que portaba en el cuadro aparece en la alcoba de Susan, su marido la entierra en la arena de una playa cercana donde encuentra a una joven enterrada, Carmilla, a la cual lleva a su casa para prestarle cuidado. Susan y Carmilla entablan una extraña amistad, Carmilla y Mircalla resultan ser la misma persona y ésta convence a Susan de que acabe con la vida de su marido, en un primer momento la joven se muestra reacia y advierte a su esposo, finalmente accede pero éste rifle en mano acabará con la vida de ambas.

Adaptación del relato corto “Carmilla” de Joseph Sheridan Le Fanu. En principio se trataba de una película de encargo que el autor de “Fata Morgana” supo llevar a su terreno, alejándola desgraciadamente del género de terror para convertirla en una fábula sobre la sensibilidad femenina por la perdida de la virginidad.

En vez de captar la esencia vampírica del relato del escritor irlandés, Vicente Aranada realiza una actualización del mito bíblico de Judit, mujer casta, judia, que habitaba el pueblo de Betulia en el siglo II A. C. y que a través de su belleza sedujo y derrotó a Holofernes, quien lideraba las tropas Asirias de Nabucodonosor que asediaban al pequeño pueblo. Poco tiene que ver esta metáfora aleccionadora con la sucia, húmeda y excitante morbosidad que empapa cada página del relato de Le Fanu. En la película la sexualidad masculina es vista como un peligro para la mujer, asimismo ésta asume de antemano el rol de víctima en el ámbito conyugal, la visión del matrimonio es machista y ultra-conservadora, el hombre es experimentado y se maneja con soltura en el ámbito sexual, mientras la mujer lo ve como algo de capital importancia hasta el punto de crearle un fuerte trauma. La relación de la pareja está regida por una fuerte subordinación, hombre maduro, seguro y con fortuna con joven, bella e inocente. En su intento de ser un alegato contra el “supuesto” abuso que hacen algunos maridos de su matrimonio (no en vano el cartel promocional de la época rezaba “Matrimonio o violación legal”), convirtiendo a sus cónyuges en esclavas sexuales (en ningún momento de la película se ve escena alguna en la que el marido haga tal abuso) se convierte en una delirante venganza psicótica de una joven (con la inestimable ayuda de una atractiva vampiro) cuya infantil mente no está preparada para desarrollar una vida sexual sana y adulta. La esencia lésbica de la obra literaria también se pierde en la pobre adaptación perpetrada por Aranda, las penetraciones de los fálicos colmillos de Carmilla (envidia de pene que diría Freud) en el suave cuello de Susan son escasas y carentes de erotismo.


Los diálogos oscilan entre la ingenuidad moral (sobre todo en el personaje de Susan) y la pedantería formal en el resto de los personajes, el ritmo es totalmente inexistente, sin embargo, si que es digno el trabajo en la planificación y la puesta en escena que recuerdan a maestros del terror italiano como Ricardo Freda y fundamentalmente Mario Bava, en el dominio del encuadre y la profundidad de campo.

Las escenas gore son escasas, pero hay una a rescatar, el primer sueño en el que aparece Mircalla y junto a Susan apuñala brutalmente el cuerpo de su marido mientras la sangre que mana abundante salpica su rostro, la faena culmina con la extracción del corazón del barón. Una delicatesen para los paladares más refinados.





jueves, 10 de abril de 2008

ALICE, SWEET ALICE por Dr. Matanza


Alice, sweet Alice, aka. Communion (El rostro de la muerte)
Director: Alfred Sole
Guión: Rosemary Ritvo y Alfred Sole
Fotografía: John Friberg y Chuck Hall
Música: Stepehn Lawrence
Intérpretes: Brooke Shields, Linda Miller, Niles McMaster y Paula Sheppard
(EE.UU) 1976


Película de culto, un film-isla en la carrera de su desconocido y versátil director, Alfred Sole, debutó en 1972 con una cinta porno, “Deep sleep” que parodiaba al hit del momento “Deep throat” (Garganta profunda) Gerard Damiano 1972, cuatro años después, tras los problemas legales que supuso el estreno de su opera prima realizaría esta extraña y estimulante película, con un presupuesto modestísimo y ayudado por amigos en su realización. Desgraciadamente tras el vistoso resultado cosechado Alfred se alejaría de las coordenadas terroríficas para realizar títulos desconocidos y olvidados como “La isla virgen” 1979 o “Pandemonium” 1982 y a otras labores dentro de la industria cinematográfica, como la escritura de guiones (“Alfred Hitchcock presenta”, “Hotel”), una pena, quizá de haber continuado experimentado en el género fantaterrorífico estaríamos hablando ahora de uno de los grandes maestros.

La Trama:

Alice es una niña caprichosa que es recriminada constantemente por su madre y su tía por sus constantes travesuras. En la comunión de su hermana Kate ésta es asesinada brutalmente momentos antes de tomar el cuerpo de Cristo, la/el asesino viste un impermeable similar al de Alice y utiliza una de sus diabólicas caretas. A partir de este suceso la niña es considerada como sospechosa, los asesinatos se suceden y la chica es internada en un sanatorio infantil. Poco antes del final descubriremos la terrible verdad.

Excitante y morboso relato plagado de sangre fresca y violentos asesinatos repartidos sabiamente a lo largo del metraje, el clima enrarecido, el ambiente malsano y la tensión nerviosa aumentan a medida que avanza la historia. La sucia textura de la fotografía ayuda a transmitir esa asfixiante atmósfera que empapa la cinta así como la utilización de primeros planos que muestran el trastornado carácter de buena parte de los personajes. El inesperado giro final a pesar de ser consecuencia de un guión tramposo cambia totalmente la perspectiva de la historia, como sucede en producciones actuales tales como la saga “Saw”.

Personajes enfermizos campan a sus anchas en la historia, como el Sr. Alphonso (vecino de la protagonista), un inmenso y luciferino (su cráneo calvo y su poblada perilla recuerdan al papa negro, Antón Szandor LaVey) obeso al que Alice se refiere con el mote de “mantecas”. Pasa las horas en su apartamento rodeado de sus gatos, siempre con la misma ropa, pegajosa camiseta blanca de tirantes y un pantalón manchado de orín a la altura de la bragueta, el rancio olor parece colarse por la pantalla. Perversa la escena en la que el nauseabundo individuo intenta violar a Alice, la niña que tiene bastante mala leche mata a uno de sus gatos como represalia.

Alegato anti-católico en toda regla, la puritana y férrea educación religiosa es señalada como la culpable del desorden mental que sufre Alice, personificada sobre todo en su rígida Tía, mujer dominante, eterna solterona amargada que paga la frustración de su reprimida y gris existencia regañando con saña a la joven Alice, una niña rebosante de imaginación que no puede expresarla en un mundo tan asfixiante rodeado de cruces y normas que ahogan su libertad individual.

Su núcleo familiar tampoco la ayuda, su madre es una beata que se reúne constantemente con el sacerdote de la comunidad, su padre está separado y vive con otra mujer (lógico, el único tipo listo de la película) y su hermana Kate es la antitesis de Alice, la niña perfecta que nunca ha roto un plato, ante este panorama no es de extrañar la enajenación mental de la pequeña, a través de sus juegos busca tan sólo evadirse de tan triste realidad, su descaro es la rebeldía necesaria en todo ser humano ante la estupidez.

La iglesia es un personaje más de la historia, en ella se produce el primer asesinato, de una brutalidad sobrecogedora, mientras los niños reciben el cuerpo de cristo Kate es ahogada con una vela eclesiástica para posteriormente ser quemada por la llama “sagrada” en el interior de un banco, los santos y demás imágenes religiosas asisten complacientes al asesinato, la iglesia es la asesina y todos los feligreses cómplices parece decirnos el satánico y lúcido realizador. La sangrienta escena final también tiene como escenario la casa del señor, cuando la asesina es descubierta (la asistenta del sacerdote, una fanática católica que ha quedado trastornada después de que años atrás asesinaran a su hija durante su primera comunión, otra prueba irrefutable de la culpabilidad de la iglesia) apuñala salvajemente al sacerdote en el cuello ante la pavorosa mirada de los fieles. Alice definitivamente trastornada por el infierno vivido coge el cuchillo ensangrentado de la asesina con morbosa delectación y se aleja de la muchedumbre, su rostro perturbado parece augurar un futuro lleno exquisitos y macabros crímenes.

¡Ánimo Alice, acabarás con ellos!

miércoles, 9 de abril de 2008

ROAD TRIP, por Sr. Salido



Road Trip (Viaje de pirados)
Director: Todd Philips
Guión: Todd Phillips & Scott Armstrong
Música: Mike Simpson
Fotografía: Mark Irwin
Intérpretes: Breckin Meyer, Seann William Scott, Tom Green, Fred Ward, Amy Smart, Paulo Costanzo, DJ Qualls, Rachel Blanchard, Andy Dick
(EE.UU) 2000

La historia:

Josh Parker se separa por primera vez de su novia Tiffany, a la que conoce desde niño, al entrar en la universidad de Ithaca. Por allí anda Beth, compañera guapa y divertida que está colgada por el chaval, a la ecuación se le añade el juerguista E.L y ya tenemos lío montado. A pesar de haber jurado fidelidad a su pareja Josh se acuesta con Beth grabándolo en vídeo. La copia de la cinta se envía por error a Tiffany. Para salvar su relación Josh se embarca en un loco viaje a Austin (donde se encuentra la Facultad de su novia) junto con E.L, el porreta Rubin y el pardillo con coche Kyle.

¡Empieza la juerga!

Viaje alucinante y alucinógeno (ver escena del porche con perro parlante incluído) al corazón de la inmadurez, la irresponsabilidad y la indecencia, es decir, al centro mismo del paraíso. Como nos recuerda sabiamente E.L (interpretado por un afortunadamente encasillado Seann William Scout) con su lúcida filosofía hedonista.

“Cada vez que pasas del sexo te engañas a ti mismo, recapacita, estás en la universidad, el número de oportunidades de beber, tomar drogas y acostarte con jovencitas disminuye día a día”

Esta frase debería estar sobre el marco de la puerta de la habitación de cualquier adolescente que se precie, o directamente tatuada en su trasero.

¿Qué importa que la película esté plagada de clichés (fiestas universitarias con sexo, alcohol y drogas, experimentación sexual adolescente…), los personajes sean estereotipos (guapo ligón, buen chico preocupado por su relación, “nerd-marciano”, padre colérico, fumeta-intelectual…) y el guión sea inexistente, si la diversión está asegurada? Todo aquel que sea humano y todavía le corra sangre por las venas desearía estar en la piel de los simpáticos protagonistas, ¿O es que a nadie le gustaría volver a tener dieciocho años, estar libre de preocupaciones maritales, fiscales y laborales y pasar el tiempo libre bebiendo con los “colegas” o acostándose con bellas y estupendas señoritas (me refiero sin pagar)? El que diga lo contrario es un mentiroso o un reprimido.

Si seguís leyendo todavía seguramente seréis de los míos, ¡unámonos salidos del mundo! Robemos el autobús escolar a una ciega, fumemos marihuana, forniquemos lo que podamos, y vayamos rumbo a Austin para ayudar a nuestro amigo Josh, que el pobrecito todavía tiene remordimientos por haber sido infiel… ya aprenderá y dejará de arrepentirse, y sino… ¡al tiempo!

Para el recuerdo cinéfago quedan varias escenas. El “desvirgue” de E.L. a manos de una eficiente enfermera (vía anal, of course), las ansias de violencia de Barry ante el terrario y su filia por la depredación animal, la escena “romántica” que supone el estreno de Rubin con una mujer de “peso”(XXL) y como no, el magnífico salto del puente al volante del coche del padre de Kyle y su espectacular (y gratuíta) explosión posterior.

Puede que ya lo hayamos visto antes, seguramente mejor hecho y con más gracia, pero la risa, la inconsciencia y la mala uva son siempre bien recibidas.




lunes, 7 de abril de 2008

CIENCIA Y CINE

La esperada conclusión del artículo publicado el mes pasado, más teorías científicas llevadas al terreno de la ficción fantástica en la grande y en la pequeña pantalla.
PARTE II:
UNIVERSOS PARALELOS

¿Cuantas películas, series y novelas habrán utilizado esta idea directa o indirectamente? Es un sueño pensar que pasando por una puerta dimensional podemos alcanzar otras realidades: soy rico, guapo y tengo de mujer a Angelina Jolie… la idea es cuando menos, muy atractiva, y además da mucho de si; otras dimensiones, universos paralelos, puertas a otros mundos…
Desde viajes espaciales navegando por el hiperespacio (¿Recordáis al capitán Kirk, dando a Mr.Spock la orden?) hasta todo ese mundo de muertos vivientes y puertas al mas allá (Caroline, ve hacia la luz!!!), hay multitud de buenas combinaciones al igual que infinitos universos en nuestra existencia.

¿Os acordais de la paradoja del abuelo? Quedó pendiente su solución , Si viajo al pasado no podré asesinar a mi abuelo y salir impune… habré desaparecido, como Michael J.Fox en “regreso al futuro” intentando que sus padres se enrollaran, pero ¿y si asumo que si yo hago un cambio en el pasado, el tiempo seguirá evolucionando por su curso natural pero dará origen a otro futuro, otro universo paralelo?. No es una majadería. De hecho, el pensar que hay infinitos universos con sus infinitas opciones es bastante coherente (mejor o peor película, pero en “The One
”, el único, (2001), Jet Li se lo pasa teta saltando entre 125 universos diferentes y repartiendo puñetazos multiuniversales a diestro y siniestro). El big-bang podría interpretarse como una burbujita de gas en una olla de agua hirviendo y cada burbujita seria un universo paralelo, ¿Por qué no?.
El argumento de “12 monos” se basa en cambiar el futuro, modificando el pasado; el pequeño problemilla es que el futuro de donde venia Bruce Willis ya estaba condenado, la idea seria generar un nuevo universo paralelo con una evolución de los acontecimientos diferentes.

Pero para explicar esta curiosidad de la naturaleza, quizás debería empezar por el principio:

EN EL COLEGIO NOS MINTIERON!;

Hay nuevas teorías (rozan mas la filosofía que la física empírica en si) que afirman que las encantadoras bolitas que eran los átomos, han pasado a ser una especie de “cuerdas de energía”.

Todo comenzó debido al empeño de encontrar la gran Teoría de la Unificación. Demostrar esta teoría es el sueño de cualquier científico. Las leyes físicas no son iguales en el mundo microscópico de los átomos y partículas subatómicas, que en el de los grandes cuerpos celestes; para el universo caótico de los primeros tenemos la mecánica cuántica, y para los plácidos planetas, la relatividad general. Lo que no se entendía es que si todo estaba dentro del mismo universo, por que no atendían los dos mundos a una única colección de leyes. La teoría de la unificación pretende ser la única teoría que rija el universo conocido. Y de todo esto surge una idea: la teoría de cuerdas.

Una serie fenomenal de documentales que hablan sobre todo esto, es “El universo Elegante”, donde su presentador, Brian Green (físico y escritor) nos ilustra de una manera muy cinematográfica sobre esta teoría de cuerdas. Realmente no es un documental pedante para estudiantes de ciencias, sino un derroche de imaginación para que el hombre de a pie pueda llegar a entender el exótico universo en el que nos hallamos.


Por ejemplo, es difícil concebir un universo en el que haya mas de tres dimensiones espaciales y una temporal (cuatro en total); la teoría de cuerdas nos predice 11 dimensiones totales, solo que no las podemos ver. Es como si nosotros viviésemos en la superficie de la burbujita de la que antes hablaba y esa superficie de la burbujita de cuatro dimensiones flotara en un mundo de 11, y cada burbujita seria un universo paralelo con sus propias leyes físicas. Me explico, es como si en “Las crónicas de Narnia” el armario fuera la puerta dimensional entre dos burbujitas, un paso entre dos universos paralelos.

Si queréis profundizar más en las maravillas de nuestro universo, me atrevo a recomendaros un libro de uno de los mayores genios recientes y uno de los físicos teóricos más grande de la historia: Stephen Hawking, y su insuperable “Historia del tiempo, del big bang a los agujeros negros”. Aquí podéis encontrar respuesta a muchos misterios de la naturaleza, incluso da lugar a plantearse la existencia o no existencia de un Ser Supremo…

Para los que no estéis tan habituados al placer de la lectura, y prefiráis la pequeña pantalla, os recomiendo la serie “Cosmos” de Carl Sagan, otro genio en su campo, y podréis disfrutar de la grandeza de nuestro universo sin entrar en divagaciones teóricas, simplemente gozar de la belleza de los cuerpos celestes y su majestuosidad. Un autentico placer para los sentidos.

domingo, 6 de abril de 2008

THE HUSTLER (EL BUSCAVIDAS)







The Hustler (El buscavidas)
Director: Robert Rossen
Guión: Robert Rossen & Sidney Carroll (Novela: Walter Tevis)
Música: Kenyon Hopkins
Fotografía: Eugene Shuftan (B&W)
Intérpretes: Paul Newman, Jackie Gleason, George C. Scott, Piper Laurie, Myron McCormick, Murray Hamilton, Vincent Gardenia, Michael Constantine
(EE.UU) 1961

Robet Rossen, desgraciadamente recordado por delatar a buena parte de sus colegas durante la caza de brujas del senador McCarthy, comenzó su carrera escribiendo guiones durante los años 30, entre los que destacarían “Los violentos años 20” Raoul Walsh, 1939 y “El extraño amor de Martha Ivers” Lewis Milestone, 1946. Como director se especializó en el drama, realizando clásicos indiscutibles como “Cuerpo y alma”, 1947 o “El político”, 1949.

Argumento:

Eddie Felson quiere demostrar que es el mejor jugador de billar de los EE.UU venciendo a el gordo de Minesota que lleva quince años imbatido, su socio lo lleva hasta él y juegan una maratoniana partida, tras cuarenta horas Eddie que había llegado a ir ganando dieciocho mil dólares pierde por su falta de carácter, quedando arruinado. Deja a su apoderado y conoce a Sarah, una chica alcohólica con problemas de insomnio con la que convive mientras hace pequeñas apuestas para ir tirando, hasta que un día Bert Gordon, (apoderado de el gordo de Minnesota) le propone realizar una gira para comenzar a ganar dinero a lo grande. Durante el recorrido los problemas existentes entre Sarah y Bert acaban con el suicidio de la joven, lo que transtorna profundamente el carácter de Eddie. Cuando Felson reúne dinero suficiente decide tomarse la revancha con el gordo al que consigue vencer, su cambio de carácter le ha ayudado a ganar, desgraciadamente el precio a sido demasiado alto.

Al enfrentarnos a una obra de tamaña magnitud solo cabe el aplauso y la admiración, el único calificativo que le hace justicia es el de absoluta obra maestra. La fotografía da carácter a las imágenes, viste el film de una sofisticación clásica, le da glamour, los cigarrillos, los sombreros, los billares, las timbas de pócker, perfectamente retratados empapan el ambiente de exquisita decadencia, las interpretaciones son más que brillantes, son profundas, el guión está estudiado al milímetro, los diálogos son elocuentes y con un lenguaje que ya quisiéramos para las producciones actuales, en ese punto intermedio entre la literatura y el hablar cotidiano, la planificación está siempre a la altura, la cámara como si tuviera conciencia propia conjuga a la perfección el virtuosismo con la practicidad en función de las necesidades dramáticas, la banda sonora se engrana perfectamente a la acción, los temas de jazz le dan un toque “cool”, mientras, el silencio de los billares deja que nuestros oídos se deleiten con el sonido de las bolas al rodar por el tapete.







Si hay que destacar algo entre tanto trabajo bien echo es el espléndido casting, uno de los más acertados vistos jamás sobre la pantalla, la química entre los cuatro personajes que sustentan el desarrollo de la trama es inmejorable, Paul Newman (Eddie Felson) brilla con luz propia como anti-héroe romántico, un fullero presa de su ego de artista que le impide desarrollar su rol de timador, en el fondo su corazón puede siempre con su estómago.

George C. Scott encarna a Bert Gordon, es la antítesis del protagonista, es la practicidad, la crueldad, la amenaza en la sombra, el hombre amable que ofrece caramelos envenenados a los niños, desde un punto de vista materialista se podría afirmar que representa al sistema, es la máquina capitalista que exprime al individuo. Aprovechándose de su fuerza de trabajo obtiene pingues beneficios, cobra su abusiva comisión hasta que el jugador está agotado, entonces busca una nueva presa que le sea más rentable, lo más ofensivo es la satánica complacencia con la que defiende orgulloso la licitud de su negocio.

Jackie Gleason está inmenso (al margen de su físico) en el amplio traje que viste al gordo de Minnesota (Minnesota fats) el “rival” (en realidad lo son mucho más Bert Gordon y antes su propio carácter) de Eddie Felson, frente a la precipitación de el joven californiano muestra paciencia y aplomo, su forma de moverse alrededor de la mesa de billar recuerda más a un bailarín clásico que a un jugador profesional, a pesar de la gordura y tosquedad de sus dedos hace resbalar elegantemente al taco hasta que hace contacto con la bola que describe una trayectoria perfecta para acabar finalmente con precisión matemática en la cesta.

Shara, interpretada más que convincentemente por una joven y bella Piper Laurie, es la víctima indiscutible de la historia, su cojera es más emocional que física. Alguien con un corazón tan grande no tiene cabida en un espacio dominado por el dinero y el engaño. Personaje íntegro, entrega su amor de manera incondicional al romántico y perdido galán, desgraciadamente la maldad que habita en el interior de la gente acaba trágicamente con su vida.

No cabe ninguna duda de que la película está plagada de escenas inolvidables, es injusto escoger tan sólo una, pero de lo contrario narraría el film a tiempo real, por tanto escogeré la que para mí gusto tiene mayor ritmo y fuerza, la primera partida que enfrenta a Eddie Felson con El Gordo de Minnesota. El joven aspirante acompañado de su socio llegan a la ciudad dispuestos a comerse el mundo desplumando al más grande, el jugador imbatido desde hace quince años, El gordo de Minnesota. Los Ames billiards situados en la calle 47 de New York no tienen bar ni máquinas recreativas ni bolera, sólo billares como anuncia el recepcionista, a Eddie le gusta el ambiente, la aparición en escena del Gordo es brillante, seguro sobre sus anchas piernas llega hasta la mesa en la que juega el flaco aspirante para empezar un excelente combate verbal:

- Tiene buen ataque
- Gracias, ¿juega usted al billar americano?
- Alguna vez, si hay ocasión
- (con sonrisa burlona) Es usted el Gordo de Minnesota, ¿verdad?
- (Asiente alzando un brazo)
- Tiene usted fama de ser el mejor de los estados, excepto del mío claro
- (con tono irónico) ¿Es eso verdad?
- (de nuevo la sonrisa burlona de truhán) Siiii, amigo, dicen que el gordo juega más con los ojos que con las bolas
- (Se ríe complacido) ¿De que estado es usted?
- De California
- ¿De California? ¿Se llama Felson?
- Si
- Eddie Felson
- Sii…señor
- Tengo entendido que andabas buscándome
- Sii..en efecto (sin borrar la soberbia sonrisa de sus labios)
- Big John (gritando) ¿crees que este chico es un busca vidas), ¿te gusta apostar Eddie, jugarte el dinero al billar?
- Gordo te desafío a jugar conmigo (¡¡¡¡Grande!!!!)
- ¿Cien dólares?
- Tu siempre juegas fuerte gordo, al menos eso dicen todos, que juegas muy fuerte… digamos doscientos dólares la partida
- Ahora se por qué te llaman relámpago, Eddie nos vamos a entender


La planificación de la secuencia es brillante, panorámicas que muestran el local en toda su extensión, el travelling que sigue al gordo en su llegada, plano-contraplano (en plano medios) durante el precoz encuentro entre los dos contendientes mostrando las punzantes miradas y las irónicas sonrisas que se dedican. Mención a parte merece el desarrollo de la partida, la cámara no pierde detalle, sigue con precisión las espectaculares jugadas, del mismo modo que los movimientos y las sensaciones de los jugadores. Cuarenta horas condesadas menos de treinta minutos de vértigo y adrenalina (y estamos entre cuatro paredes) ni la mejor persecución puede superar la tensión existente en esta sala con las ventanas cerradas. El montaje es preciso, el uso de elipsis y los primeros planos del reloj con su rápido mover de agujas hacen que el ritmo sea intenso y frenético involucrando al espectador en la emoción de la partida.

El personaje de Eddie sufre su primer revés, emocionalmente sale herido de los billares, su bravura y sus ansias de triunfo son frenadas en seco por alguien más experimentado, una lección que debiera no olvidar aunque ya se sabe eso de que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra (por lo menos, claro)

En esta misma escena vemos también por primera vez a Bert Gordon, con su vaso de leche jugando a las cartas en un local situado frente a los billares, silencioso como una serpiente se introduce en los Ames billiards para ver el desarrollo de la partida avisado por uno de sus compinches.

La resolución de la secuencia muestra, tras la dolora y humillante derrota de Eddie, la separación de su socio y amigo Charlie. Vemos por primera vez el carácter “perdedor” de “Relámpago”, (no sabe ganar, hay algo que inconscientemente le hace tirar por la borda la partida y su propia vida, como veremos más tarde) cuando se emborracha y comienza a pavonearse de manera absurda después de poder haberse retirado a tiempo. Su excesiva arrogancia y la falta de respeto a su rival (llega a dormirse hacia el final de la partida) acaban con el gran jugador arruinado y tirado por los suelos. La importancia de esta escena es pues incuestionable, tanto por su belleza formal como por la trascendencia que tendrá en el devenir de la historia.

Martin Scorsese perpetraría una floja continuación del personaje de Eddie “Fast” Felson en 1986 titulada en España, “El color del dinero”. Veinticinco años después Paul Newman volvería a interpretar el papel de fullero, esta vez aleccionando a un estúpido e ingenuo pupilo encarnado a la perfección por Tom Cruise (quizá por mimetismo con el personaje)

Jamás un perdedor a tenido tanto gancho como Eddie Felson, si algún día me lo encontrara en alguna sórdida sala de billar le invitaría sin dudar a un whisky J. T. S. Brown y quizá me dejara timar, para aliviar las profundas heridas de su corazón.

sábado, 5 de abril de 2008

PELÍCULAS PARA NO DORMIR: REGRESO A MOIRA




Regreso a Moira
Director: Mateo Gil
Guión: Igor Legarreta, Mateo Gil
Fotografía: Josu Inchaustegui
Intérpretes: Juan José Ballesta, Natalia Millán, Victoria Mora, Jordi Dauder, Miguel Rellán
(España) 2006

“Películas para no dormir” nace de la mente de Narciso Ibáñez Serrador quien llevó a cabo en el año 2006 una propuesta nostálgico-continuadora de sus célebres “Historias para no dormir”. Chicho junto a otros cinco prestigiosos realizadores del fantaterror español (Álex de la Iglesia, Mateo Gil, Paco Plaza, Jaume Balagueró, Enrique Urbizu) rodaron una tv movie cada uno de menos de noventa minutos de duración para su emisión en la pequeña pantalla (la serie fue emitida en su momento por "Tele 5") así como para su comercialización en DVD (con distribución del sello "Filmax")

Argumento:

Tomás un hombre cercano a la tercera edad regresa a su pueblo natal tras cuarenta y cuatro años viviendo en Alemania tras recibir una carta del tarot poco después de que su mujer se suicidara. La única persona que pudo haberle enviado esa carta murió hace años. Cuando llega a su tierra comienza a recordar como eran los encuentros sexuales de su juventud con Moira, una mujer adulta que vivía sola con su gato. Todo el pueblo la difamaba, la acusaban de brujería y la tachaban de promiscua, el joven Tomás la tomaba cada día, pero sus celos le llevaron a delatarla ante su madre. Las mujeres del pueblo acabaron con su vida, ahora Moira, aún en su casa está esperando a Tomás.

La historia abarca dos épocas bien diferenciadas, separadas por cuarenta y cuatro largos años, por un lado la época actual, donde el ladrillo impone su ley, sustituyendo el paisaje natural por montañas de hormigón, un mundo impersonal donde “cada palo aguanta su vela”; por otro, la España de posguerra, una sociedad beata, temerosa de dios ,desconfiada, supersticiosa, ignorante, analfabeta y violenta, muy cercana al tremendismo de “La familia de Pascual Duarte” de Cela o “Los Santos inocentes” de Delibes. El personaje de Tomás hace de puente entre los dos mundos a través de sus recuerdos, la belleza de Moira “hechiza” al joven que cae en brazos de la mujer madura y experimentada. Más que una bruja como dicen en el pueblo se trata de un ángel rodeado de “arpías” que intentan arruinar su felicidad, la desconfianza hacia el forastero se agudiza aún más tratándose de una mujer sola, la señalan como culpable de todos los males, la sequía, la muerte de animales por enfermedad, etc…


La sociedad cerrada y opresiva del pueblo (lo más parecido a una secta) está perfectamente personificado en el personaje de la madre de Tomás, progenitora estricta educa a su hijo a rajatabla, debe hacer los deberes religiosamente todos los días de verano, acabar todo lo que tiene en el plato, llegar temprano a casa e ir a misa los domingos, a pesar de todo los reproches maternos nunca están de más. Acompañada siempre por el párroco del pueblo es la “cabecilla” de la comunidad, un buen ejemplo de ello es la secuencia en la que Tomás acompañado de sus dos “amigos” va a espiar a casa de Moira. Tras sufrir una caída y ser abandonado por sus dos cobardes compinches, la mujer lo recoge y le atiende en su casa. La madre de Tomás avisada por uno de los amigos del chico va a buscarlo a casa de la “bruja”, cuando llega al lugar, acompañada debidamente por su guardia pretoriana, formada por más mujeres del pueblo da una fuerte bofetada a su “querido” hijo y le espeta violentamente a Moira:

- No vuelvas a acercarte a mi hijo, ¿me oyes bien, perra? Ni se te ocurra si no quieres arrepentirte, perdidas como tú es lo que no necesitamos en este pueblo

Una síntesis perfecta del pensar de los lugareños.

La localización en un pequeño pueblo peninsular, así como la descripción de la oscura época en la que el nacional-catolicismo dominaba el día a día de la vida de los españoles es el mayor acierto de la película, por lo demás el ambiente de misterio del que Mateo Gil intenta impregnar al film es bastante previsible (banda sonora inquietante, mezcla de presente y pasado en la misma secuencia, son recursos demasiado manidos), todas las escenas que intentan crear tensión, la escena del suicidio de la esposa de Tomás en la bañera, las apariciones del fantasma envuelto en vendas, la casa de Moira tal y como había quedado tras más de cuarenta años de abandono en medio de una urbanización en construcción, son situaciones que nos dejan una sensación de déjà-vu cinéfago.

La venganza del fantasma torturado en vida que vuelve del más allá para ajustar cuentas huele más a podrido que su propio cadáver.









viernes, 4 de abril de 2008

HAGAN JUEGO


Salas de juego, lugares para adultos llenos de diversión, pocker, ruleta o billares, whisky, tabaco y dinero, mucho dinero en juego, el humo y la penumbra nublan la mente y tensan los nervios del jugador. Pero no todo es vicio y perdición, las situaciones más impredecibles pueden darse en el interior de una de estas mágicas salas, desde la más violenta hasta la más hilarante e inofensiva.

¡Pasen y vean!




"Casino" Martin Scrosese (EE.UU, 1995)




"Casino Royale" Martin Campbell (EE.UU, 2006)




"El color del dinero" Martin Scorsese (EE.UU, 1986)




"El buscavidas" Robert Rossen (EE.UU, 1961)




"Los bingueros" Mariano Ozores (España, 1979)




"Casino Royale" Val Guest, Ken Hughes (EE.UU, 1967)




"El golpe" George Roy Hill (EE.UU, 1973)




"Lock & Stock" Guy Ritchie (Reino Unido, 1978)

miércoles, 2 de abril de 2008

HITMAN, por Sr. Salido




Hitman
Director: Xavier Gens
Guión: Skip Woods
Intérpretes: Timothy Olyphant, Dougray Scott, Olga Kurylenko, Robert Knepper, Ulrich Thomsen, Henry Ian Cusick, Michael Offei, Christian Erickson, Eriq Ebouaney, Joe Sheridan, James Faulkner, Jean-Marc Bellu.
(EE.UU, Francia) 2007

Argumento:

El nº 47 es el asesino más buscado del mundo, es un experimento genético que ha sido entrenado desde su creación para ser una máquina de matar, nunca falla. Su próximo objetivo es el presidente de Rusia, un inspector de la INTERPOL sigue sus pasos pero será obstaculizado por la F.S.B (policía secreta rusa), a pesar de su frío carácter el nº 47 siento algo parecido al amor cuando conoce a una joven y atractiva prostituta rusa.

El género de acción normalmente menospreciado o ninguneado por la crítica “seria” puede considerarse como una derivación del cine clásico de aventuras, centrando más la atención en los sucesos espectaculares que conforman la historia que en la propia naturaleza del relato, el espectador sacrifica pues el interés del argumento en aras del disfrute del espectáculo. En la década de los 60 la adaptación a la gran pantalla de las aventuras literarias del agente británico al servicio de su majestad ideadas por Ian Fleming (me refiero por supuesto a James Bond) revolucionó el género y le confirió un aspecto muy parecido al que continúa teniendo hoy en día (salvando evidentemente la precariedad técnica y la ingenuidad propias de la época). La mayoría de películas de acción actuales utilizan la misma fórmula infalible que utilizara la pionera “Dr. No” persecuciones motorizadas, tiroteos, artes marciales, mujeres bellas y localizaciones paradisíacas.

La banalidad y superficialidad de las aventuras del agente británico han sido siempre su mejor baza, cine de evasión que nos lleva a lejanos y excitantes parajes dónde conoceremos bellas señoritas, complacientes y de orgasmo fácil (o de horcate caliente, como dirían los chanantes) para al momento coser a balazos al malo malote de la función. El sueño perfecto de todo barón heterosexual.

"XXX", reciente producto de consumo para el espectador menos exigente, de saludable banalidad machista es una actualización de Bond al otro lado del Atlántico, el exquisito acento inglés es cambiado por la escasa vocalización americana, el glamour de los trajes de firma se sustituye por los tatuajes “talegueros” y las camisetas de tirantes, los elegantes Aston Martin o BMW son reemplazados por coches tuneados de colores chillones. El elegante, sibarita y mujeriego agente británico queda convertido en un macarra amante de los deportes de riesgo, pero al menos es un macarra, puede despertar admiración, risa, pena u odio, pero el protagonista de “Hitman” no despierta nada, todo lo contrario ni el mejor café de Colombia libra a los párpados de la irrefrenable caída.

Cine de evasión o superfluo no es sinónimo de bostezo, el ritmo es fundamental en una película de éstas características, así como el guión, que aunque sea esquemático siempre ha de contener alguna gratificante sorpresa final, algo que no se produce en este previsible bodrio. Igualmente se agradecen las frases jocosas por muy ordinarias o machistas que puedan llegar a ser, en “Hitman” no hay ninguna frase destacable, la conversación de su protagonista es tan interesante como la de una máquina de tabaco.

La trama es tediosa al igual que el desarrollo de la acción, las interpretaciones no tienen garra ni carisma, especialmente la de su actor principal, ese asesino de cuerpo danone y rostro inexpresivo, mira que Arnold Schwarzenegger y Vin Diesel habían puesto el listón bajo, pero está claro que el ser humano se supera constantemente.

La realización y la fotografía son totalmente impersonales, que conste que no estoy en contra de la estética videoclipera, sino todo lo contrario, pero siempre y cuando sirva para hacer de la película algo vibrante y atractivo, como es el caso de las películas de Zack Snyder (“Amanecer de los muertos”, “300”) en el caso que nos ocupa la mayor parte del tiempo parece que estemos viendo un anuncio de colonia o desodorante masculino.

La originalidad brilla por su ausencia, las escenas de acción han sido vistas en producciones anteriores en innumerables ocasiones. Especialmente vergonzosa es la escena en la que el alopécico killer (al tedioso ritmo de la cámara lenta) llena de plomo a los invitados del hermano traficante del presidente, la sombra de Matrix es alargada. La mala digestión de las películas de John Woo en su etapa hongkonesa continúa aún, casi una década después de que los hermanos Wachowski perpetraran su crimen artístico con un barbilampiño Keanu Revees haciendo de salvador de la humanidad.





Lo único positivo es esa maravillosa sirena que se asoma en varias ocasiones a la pantalla, esa Venus postmoderna de canon perfecto nacida en Ucrania hace veintiocho primaveras, la nueva chica Bond, desde hoy musa de fagiafilia, ese ángel con apellido de mercenaria chechena o de tenista profesional, ella es Olga Kurylenko. El maquillaje juega sus bazas para endiosar a tan exquisita criatura, su pearcing bajo el labio (del rostro… ¡enfermos!) su tatuaje sobre el delicado pómulo izquierdo, su moderno y desaliñado peinado… el vestuario también le hace justicia, sobre todo en las escenas en las que carece de el. Maravilloso plano cuando se asoma al balcón de la suite portando tan sólo un minúsculo tanga rojo ante la atenta mirada del nº 47, que deja, aunque sólo sea por un instante, de pensar como una fría máquina para posar su mirada lejos de su artillería y acercarse a las cálidas y bajas latitudes de la hermosura carnal de la muchacha.

Reflexión cinefilo-cascarrabias: ¿Cuál es la posible excusa para este despropósito? ¿Qué podrían argumentar los productores para justificar este desaguisado insulso, soso, ñoño e insoportable? Se me ocurren un par de cuestiones que las brillantes mentes de estos respetables señores pueden haber tenido en consideración. A continuación adjunto respuesta.

¿Qué se trata de la adaptación de un videojuego?

-¿Por eso los personajes no pueden tener diálogos inteligentes? Si es una “adaptación” gástate un poco en un guión, utiliza las bazas que te puede ofrecer otro medio de expresión artística, el cine es un medio diferente a las consolas, donde los personajes (por lo menos desde que existe el cine sonoro) suelen relacionarse normalmente a través del lenguaje verbal, la gente a la que le guste el videojuego no creo que quiera perder el tiempo viendo una película realizada por otra persona, (por lo menos siendo tan nefasta y no aportando nada nuevo) en el juego él es el director, lo que le enriquecerá mucho más que estar hora y media comiendo palomitas delante de un tostón.

¿Qué es una película que va dirigida a la gente joven que es la que acude a las salas?

- Joven no es sinónimo de estúpido, el problema es que no son los jóvenes los que se interesan por estas mediocres películas vacías de contenido sino que es a la “industria” a la que le interesa que vayan, y con esta palabra me dirijo a un ente que va más allá de hollywood, engloba muchos sectores de importantísimo poder económico a los cuales les interesa tener bien idiotizados a los chavales para distraer su atención y hacerlos cada día más mansos, consumistas y menos contestatarios, (si es que el significado de esta palabra tiene algún sentido hoy en día)

¡Kurylenko te queremos!

martes, 1 de abril de 2008

SCARFACE, por Gorka Gastizábal


Scarface (El terror del hampa)
Director: Howard Hawks
Richard Rosson (co-director)
Guión: Ben Hecht, sobre una novela de Armitage Trail
Fotografía: Lee Grames
Intérpretes: Paul Muni, Ann Dvorak, Karen Morley, Osgood Perkins, C. Henry Gordon, George Raft, Vince Barnett, Boris Karloff , Purnell Pratt, Tully Marshall, Inez Palange, Edwin Maxwell
(EE.UU) 1932

Sinopsis:

Tras el asesinato de Louis Costillo, el contrabando de alcohol queda en manos de Jhonny Lovo, cuyo brazo derecho es Tony Camonte, que quiere hacerse con el poder absoluto del crimen organizado. Comienza haciendo pedidos para Johnny a base de destrozar los locales de los hosteleros, su cartera de clientes aumenta a la vez que sus ingresos. Conoce a Poppy, la amante de Lovo de la que se enamora y a la que consigue sin muchas dificultades. Johnny envía a unos matones a la casa de Tony pero éste consigue zafarse de ellos y se venga acabando con la vida de su jefe. Entretanto su hermana Cesca se enamora del hombre de confianza de Tony, Guino Rinaldo, contayendo matrimonio cuando su hermano está fuera de la ciudad. A su vuelta Tony mata a su subordinado sin saber que se había casado con su hermana, la policía lo busca ahora por el asesinato de Guino. Atrincherado en su piso junto a su hermana, la policía acabará con la vida de ambos.

Una de las primeras películas de gangsters de la historia del cine, el título “Scarface”, literalmente cara cortada, hace referencia a la cicatriz que marca el rostro del protagonista (homenaje al mafioso Al-Capone) encarnado magistralmente por Paul Muni. Crítica feroz a la sociedad capitalista, a la falta de moral, a la cultura del dinero fácil y rápido, ¿A los Estados Unidos de América?, ¡sí!, la tierra de las oportunidades tiene su reverso tenebroso, su cara sucia, bajo los luminosos carteles de las grandes ciudades se esconden las cloacas donde habitan las “ratas”, término que la policía (bofia) utiliza para referirse a los gangsters. Historia del auge y caída de un hombre que se forjó a si mismo, un chico listo (smart boy) que supo sacar tajada a las circunstancias, jugar bien sus cartas y coger su trozo del pastel, pero olvidó que el fin no justifica los medios y que al final la vida coloca a cada uno en su lugar (al menos en el cine… clásico) como el comisario le advirtió desde un principio. (-caerás como todos y suplicarás como una rata)

La banda sonora saca el máximo partido a los recursos de la época, estamos hablando de una producción del año 1932, la primera película sonora fue el musical “El cantor de jazz” en 1927. Los disparos de ametralladoras, las explosiones, el sonido de los coches en las persecuciones son de un gran realismo, sorprende igualmente la violencia mostrada en cada fotograma, tanto explícita como implícitamente, la mirada de Tony parece matar a sus interlocutores. Especialmente virulenta es la escena en la que Guino asesina a Johnny Lovo por orden de Tony, a pesar de que el tiroteo es en fuera de plano, la tensión que crea Tony con su mirada amenazante y el rostro de pánico de Johnny sabedor de su trágico destino es realmente ejemplar.

Las escenas rodadas en exteriores tienen escasa iluminación, pero aún así consiguen dar un tono realista y oscuro, genuinamente noir, parece poder respirarse el ambiente de crimen y perdición reinante en las grandes ciudades de la costa Este durante los años veinte. La fotografía está muy contrastada, reforzando así la ambigüedad moral de los personajes.

La caracterización de los personajes es sobresaliente, Tony mantiene durante todo el metraje su aire desafiante y temerario, no le teme a nada, todo el mundo debe obedecerle, llama la atención la relación que mantiene con su hermana Cesca, a la cual no deja tener contacto con ningún chico, pues todos son poco para ella. Guino es el perfecto gregario, nunca discute una decisión de su amigo y compañero, acompañado siempre de su inseparable moneda, como buen latino es todo un seductor con las mujeres.

La escena de apertura es toda una lección de cinematografía. Plano secuencia que se sirve de un travelling para seguir a un hombre que se dispone a llamar por teléfono desde una cabina (después sabremos que se trata de Louis Costillo), observamos en la pared contigua la sombra (claro recurso expresionista) de un hombre con traje y sombrero que silva una canción justo antes de disparar sobre el capo. El virtuosismo en el movimiento de la cámara y la elegancia con que es resuelta la escena son síntoma inequívoco de que vamos a asistir a una auténtica obra maestra del género.

Una de las mejores películas de gangsters rodadas en la década de los 30, posiblemente junto con “Violentos años 20” Sería objeto de remake en 1983 con Oliver Stone tras las cámaras y Al Pacino en el papel de Paul Muni.

ANIMAL CRACKERS



Animal crackers (El conflicto de los hermanos Marx)
Director: Victor Heerman
Guión: Morrie Ryskind
Música: Bert Kalmar & Harry Ruby
Fotografía: George Folsey (B&W)
Intérpretes: Groucho Marx, Harpo Marx, Chico Marx, Zeppo Marx, Margaret Dumont, Lillian Roth, Louis Sorin, Hal Thompson, Margaret Irving
(EE.UU) 1930

Segunda película realizada en la genial carrera de los ingeniosos cómicos tras “Los cuatro cocos”. Aprovecha al máximo el uso del sonido con una banda sonora plagada de diálogos y números musicales (no en vano es una adaptación de un musical de Broadway que los propios hermanos Marx habían representado)


Sinopsis:

La señora Rittenhouse da una fiesta en su mansión para recibir al Capitán Spaulding que vuelve de un largo viaje por África. El señor Charles Roscoe acaba de adquirir un Beugarde, valioso cuadro que cede a la anfitriona para que sus invitados puedan admirar la pintura. En el transcurso de la velada en la que se suceden los enredos, propiciados en mayor medida por los músicos Emanuel Revelli y Horacio Jamison, el cuadro es cambiado por una imitación, su propietario se da cuenta y comienza la búsqueda del original, la confusa investigación llevará a descubrir al culpable, que no es otro que el músico Horacio Jamison que reconoce tener la pintura mientras de su bolsillo va cayendo pieza a pieza la cubertería de plata que también había sustraído.







Extravagante, como siempre, el personaje creado por el verborreico Groucho, en esta ocasión se trata del Capitán Spaulding. Su entrada en la casa es absolutamente delirante, aparece en un trono llevado por cuatro esclavos, que lo traen en brazos desde África, ante la atónita mirada de los invitados de la señora Rittenhouse. Nada más llegar comunica a la anfitriona que sólo venía ha decir que tiene que irse (desternillante número musical) los diálogos con los que adereza toda la película poseen la ironía y el humor surrealista que desarrollaría a lo largo de toda su carrera, algunas frases son realmente hilarantes:

-Este mundo sería mejor para los niños si fueran sus padres los que tuvieran que comer las espinacas.
-No diga a nadie nada de esto, ni siquiera a mí.
-No creo haber visto cuatro ojos más hermosos en mi vida (sin contar los míos). Ustedes dos lo tienen todo: son altas y bajas, delgadas y gordas, rubias y morenas, justo lo que me gusta en una mujer. ¡Qué feliz sería con cualquiera de las dos... si las dos se largaran de aquí!


La pareja de músicos está interpretada por Chico (Emmanuel Revelli) y Harpo (Horacio Jamison), son los responsables del constante revuelo que se produce en la mansión, Horacio hace su aparición disparando con un rifle sobre los invitados. Una de las mejores escenas de la película es la partida de bridge que ambos juegan contra la señora Rittenhouse y una acompañante, en la que no paran de hacer trampas, hasta que los cuatro ases de espadas acaban por colmar la paciencia de las damas, al levantarse, la invitada se da cuenta de que le han robado los zapatos, curiosamente Horacio los lleva puestos. Chico muestra su talento con el piano en un número humorístico dónde discute con el Capitán Spaulding y se enzarza en una acrobática y circense lucha contra Horacio. Harpo por su parte toca el arpa en el exterior de la mansión, esta vez el número musical no es aprovechado para crear una escena humorística.


El final de la película es puro surrealismo, tras ser descubierto por la policía, justo cuando va a ser detenido, rocía al policía con matamoscas, haciendo lo mismo con el resto de los invitados, acabando todos tendidos en el suelo antes de que el rótulo “the end” cierre la acción.

A pesar del escaso argumento, la falta de ritmo y la pobre planificación (la mayor parte de los planos son generales con la cámara fija) el film se sustenta por el inagotable ingenio de los hermanos Marx, con su improvisación, los chispeantes monólogos de Groucho y la química de la pareja Chico-Harpo, logran crear escenas divertidísimas que lejos de aburrir provocan la carcajada en el espectador