Guión: Aditya Assarat
Director de fotografía: Umpornpol Yugala
Música: Koichi Shimizu, Zai Kuning
Intérpretes: Anchalee Saisoontorn, Supphasit Cansen, Dul Yaambunying
(Tailandia), 2007
El interesante director tailandés Aditya Assarat da el salto al largometraje de ficción tras sus cortometrajes “Motorcycle” 2002 y “Waiting” 2003, y su paso por el documental en 2005, cuando codirigió “3 friends”. La jugada difícilmente le podía haber salido mejor, el éxito le ha acompañado a lo largo del año prácticamente en todos los festivales por los que a paseado su película: Premio Especial del Jurado en el Festival de Las Palmas, premio “Tiger Award” a la mejor película en el Festival de Rótterdam, New Currents Award en el Festival de Pusán, premio FIPRESCI en el Festival de Hong Kong, Premio Especial del Jurado en el “Festival de cine asiático de Daeuville y Gran Premio Ciudad de Lisboa en el certamen “Indie Lisboa”.
Sinopsis:
Tom, un arquitecto de Bangkok, se desplaza para la construcción de un nuevo hotel, a un pequeño pueblo costero que se encuentra en plena reconstrucción, tras ser asolado por el Tsunami en el 2004. En el hotel que se hospeda conoce a Na, la tímida y cándida recepcionista de la cual se enamora. Las relaciones entre la joven y el recién llegado no serán bien vistas por Wit, el hermano de la muchacha.
Afortunadamente no es el caso de esta historia intimista que desborda belleza y crueldad a partes iguales, la historia de un amor imposible en un lugar paradisíaco, donde el bellísimo paisaje natural y el sol que lo baña nos impiden vislumbrar a primera vista el odio, la violencia y el dolor que esconden sus calles, sus gentes. Una visión más profunda (la que acomete el realizador) nos permite ver las grietas de un edificio a punto de desmoronarse. Viejas heridas sin cicatrizar, un pasado convulso que impide la normalidad del presente. La armonía de la comunidad, la amabilidad de sus paisanos, las buenas formas, la cordura, todo desaparecerá bruscamente de la noche a la mañana. El mero hecho de que un forastero mantenga relaciones sexuales con una joven de la localidad saca a flote los instintos más bajos de los lugareños. Su miedo y su inseguridad se hace más que patente ante la presencia del “extraño” en cuanto pretende arrebatarles algo que les “pertenece”.
Rozando en ocasiones el tono documental, tan en boga en el cine independiente actual (y tan usado en movimientos pretéritos de la historia del cine como el Neorralismo o la Nouvelle Vague), la película tiene (sobretodo en su primera parte, en la que se presentan los personajes) un carácter contemplativo, (largos planos del mar y del resto de paisajes naturales que envuelven a la localidad) lo que introduce rápidamente al espectador en la atmósfera que respiran los personajes. El sabio uso de los silencios nos evita el tener que soportar los diálogos manidos que suelen abundar en las producciones comerciales, dejando a los actores (extraordinariamente dirigidos) la transmisión de emociones a través de su rostro, de su lenguaje corporal. Cuando la pareja protagonista se relaciona tan sólo necesita mirar a los ojos del otro para saber lo que quiere, lo que piensa, lo que necesita. A veces una mirada dice mucho más que centenares de palabras. También dialogan entre ellos, pero sus diálogos no sufren la edulcoración del mal llamado cine romántico, al contrario, intercambian frases que gozan de sana intranscendencia. Hablan por hablar, por pasar el rato, sin decirse nada importante, para eso no les hacen falta las palabras. Como les pasaba a Michel Poiccard y a Patricia en aquella habitación de un hotel parisino.
Abundan las metáforas visuales (las olas rompiendo a la orilla del mar, aparentemente en calma tras el devastador Tsunami. Na colgando la ropa vista a través de la ventana enrejada) y la belleza está presente en cada fotograma. Con los suaves movimientos de cámara, la tranquilidad del paisaje y la excelente partitura que envuelve el conjunto, Aditya Assarat construye un poema visual que emociona por su sencillez, por su honestidad. Huyendo de los vacuos artificios y del estereotipo fácil, para construir una historia a través de personajes “reales” (destacar que los actores no son profesionales lo que hace aún más auténtica su interpretación), confundidos, como todos los demás, por la hostilidad del mundo que les rodea. Una auténtica delicia.
5 comentarios:
Inocente y cándida, aunque considero que Na es más bien una perrita en celo que va de mosquita muerta.
La película no está mal pero, para mi gusto, resulta demasiado pretenciosa.
Hola. Te invitamos a visitar nuestra revista sobre cine y literatura. Un saludo.
Qué buena pinta tiene esta película. No la he visto, pero voy a buscarla. Además, de este director no conozco nada, y tu reseña invita a ello.
Un saludo!
Esta no la conocia, pero tiene una pinta muy buena, ademas tu post es muy inspirador acerca de ella. A la lista de pendientes.
Lady vengeance: Na es una víctima de la sociedad cerrada en la que vive. Es una muchacha introvertida pero tiene su instinto como todos.
Babel y Darkerr: Buscarla, verla y espero que la disfruteis.
Gracias por vuestros comentarios y un saludo!!
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