lunes, 6 de julio de 2009

LA ÚLTIMA CASA A LA IZQUIERDA (2009)

“The last house on the left”
Director: Dennis Iliadis
Guión: Adam Alleca, Carl Ellsworth
Intérpretes: Garret Dillahunt, Michael Bowen, Joshua Cox, Riki Lindhome, Aaron Paul, Sara Paxton, Monica Potter, Tony Goldwyn, Martha Maclsaac, Spencer Treat Clark, Usha Khan.
(U.S.A, 2009)


Sinopsis (contiene spoilers, aunque muchos menos que el trailer):

El matrimonio Collingwood se traslada a su apartada casa de campo a pasar las vacaciones junto con su hija Mari. La joven, aún conmocionada por la reciente muerte de su hermano, va a buscar a su amiga Paige al supermercado en el que trabaja. Allí conocen a un chico llamado Justin, quien les ofrece marihuana de primera calidad. Las ganas de evasión de las jóvenes les hacen acompañar al recién conocido, a pesar de su siniestro aspecto, hasta la habitación de un motel. La súbita llegada a la estancia de Krug, (padre del chico), Frank (hermano de éste) y Sadie (compinche de ambos), en búsqueda y captura por el asesinato de dos policías, tendrá como consecuencia el secuestro de las jóvenes. Marie, en su intento de huída provoca un accidente, quedando el vehículo en el que viajaban destrozado en mitad del bosque. Los tres verdugos someterán a todo tipo de vejaciones a las jóvenes amigas hasta darlas por muertas. Justo en ese momento comienza una fuerte tormenta que les obliga a buscar refugio, sin saberlo, en el domicilio de los Collingwood, quienes les acogen amablemente hasta que descubren quienes son en realidad.

Wes Craven, uno de los iconos más reconocibles del fantaterror usamericano, creador de sagas tan populares como “Pesadilla en Elm Street”, o “Scream”, o títulos de culto como “La serpiente y el arco iris”, debutó en pantalla grande en 1972 con la primera versión de esta película que era a su vez un re-make inconfeso de “El manantial de la doncella” de Ingmar Bergman. Si bien el salvaje relato del director sueco ponía los pelos de punta, Craven iría mucho más allá, (salvando las enormes diferencias en la calidad cinematográfica, por supuesto). Cambiando el sobrio blanco y negro del maestro nórdico por una granulada y sucia fotografía en color llevó esta historia de justicia poética a los terrenos más irritantes del mal gusto. Cruentas y sucias escenas que recreaban los instintos más bajos del ser humano hicieron retorcerse al espectador en su butaca en la época de su estreno y permanecen más de treinta años después en las retinas de los más olvidadizos.

La salvaje obra de Craven estaba llamada a crear escuela. A lo largo de la década de los setenta se realizaron infinidad de películas ultra-violentas en las que la violación y la posterior venganza eran los motores que movían la historia. Modificando levemente el esquema de la obra pionera la venganza sería infringida por la propia protagonista. Entre la infinidad de títulos que se enmarcaron en el violento subgénero destacan la norteamericana “La violencia del sexo” (“I spit on your grave”, Meir Zarchi, 1978) y la sueca “Thriller-en grym film” de Bo Arne Vibenius, (1974) quien curiosamente trabajó como ayudante de dirección en “Persona” a las órdenes de Ingmar Bergman. Película descarnada e irrepetible que incluye escenas de sexo explícito de la que Tarantino tomó buena nota para su “Kill bill” en la creación de los personajes de Manba Negra y Elle Driver, esta última toma prestado el parche pirata de la protagonista del film sueco.

Nadie a estas alturas pone en duda el olfato comercial de Wes Craven capaz de recuperar el slasher para las multisalas y estirar franquicias eternamente, llegó incluso a dirigir a Eddi Murphy en aquel extraño híbrido entre terror y comedia titulado “Un vampiro suelto en Brooklyn” que no dejó muy satisfechos ni a los seguidores del actor, ni mucho menos a los amantes del cine de vampiros. No estamos por tanto ante un autor que se preocupe en demasía de su status pero sí del rendimiento en taquilla de sus obras y de los gustos del espectador actual, (otra cosa es que acierte con el).
La nueva versión de “La última casa a la izquierda” copia religiosamente los elementos que han hecho rentables a los últimos éxitos del cine de terror norteamericano. Fundamentalmente la película recuerda constantemente, (hay escenas gore que son un auténtico calco), a “Las colinas tienen ojos” el re-make dirigido por Alexander Aja, producido por Wes Craven, que se basaba en la película original de… ¿adivinan? El mismo Craven.

Si bien técnicamente no se puede reprochar nada a la película, salvo los mareantes barridos de cámara tan habituales en las escenas de lucha, se echa en falta la ambigüedad moral, la sordidez, la suciedad que empapaba el original, las escenas más impactantes (en la que Krug ordena orinarse encima a Phyllis o el asesinato de Frank víctima de una agresiva felatio de la Sra. Collingwood) son mutiladas en la nueva versión, recibiendo a cambio una escena de sodomización que dista mucho de crear el malestar que lograra Sam Peckinpah en otra peli setentera "Perros de paja". Algo que lógicamente era de esperar pues el cine de terror actual está en pañales en comparación con su padrastro de los setenta.

Los detractores del film original siempre le han achacado lo mal que ha envejecido, la chabacanería de su producción, la pobreza de su guión y sus flojas interpretaciones, a excepción de David Hess, y, desde luego, no les falta razón. Sin embargo, es bajo ese aire amateur donde la película adquiere personalidad, se convierte en algo diferente. La impasividad de las protagonistas ante las barbaridades a las que son sometidas es lo que le confiere ese aire perturbador, viciado.

Con este re-make se tenía la oportunidad de pulir todos estos aspectos conservando la mirada perversa de su predecesora. En lugar de eso, Dennis Illiadis, director griego escogido para la realización del filme construye una obra brutal, en cuanto al muestrario de violencia y la cantidad de sangre derramada (con un guiño gore especial que agradecerán muchos espectadores de la película original que no soportaron a la pareja de policías), pero demasiado solemne en su tratamiento. La cámara se recrea en el sufrimiento de las víctimas, y, aunque hay escenas de gran belleza estética (la huida a través del lago de Mari con las balas rozando su cuerpo bajo el agua, el salvaje apuñalamiento de Page que es penetrada por delante y por detrás… de su torso, por sendos aceros ante la incrédula mirada de Mari), todo está medido, sincronizado, perfectamente orquestado, resultando previsible y perdiendo la gracia.

Un casting correcto, entre el que destacaría la amenazante presencia de Garret Dillahunt, (actor de físico corpulento que desarrolla a la perfección la figura de Krug, un auténtico depredador para el que el mundo es una jungla donde es necesario imponer la fuerza para sobrevivir), la delicada belleza de Sara Paxton, (enorme potencial para convertirse en una nueva scream queen) y la escultural Riki Lindhome en la piel de la provocativa Sadie; una fotografía que curiosamente, tratándose de un filme de terror, funciona mejor en las escenas luminosas y una parte final plagada de violencia narrada con pulso firme conforman un conjunto tan solvente como convencional.

Directores como Alexandre Aja, Rob Zombie, Martin Weisz o Pascal Laugier, sólo por citar algunos, ya han utilizado anteriormente la misma fórmula con mejores resultados. Como todo se pega, tanto lo bueno como lo malo, no falta la trampa en el guión para intentar sorprender al espectador, consiguiendo únicamente, al menos en mi caso, irritar al personal; por no hablar de la escena final, más propia de Eli Roth, que desentona totalmente con el resto de la película.

Después de todo no deja de ser gratificante poder ir al cine a disfrutar de títulos como éste, de violencia descarnada, pero, amén de la preocupante falta de originalidad, siempre hay una ventana abierta, una coartada moral que estropea el resto y que te deja con mal sabor de boca, como si alguien te hubiera cambiado el jugoso solomillo por una insípida raja de jamón york.

La autenticidad del cine de los setenta quizá nunca vuelva. En la actualidad ante la caída en picado de los viejos maestros, desde el propio Craven hasta Romero pasando por Argento, Hooper o Carpenter y la falta de ideas y contundencia entre los nuevos realizadores (con Zack Snyder por otros derroteros) sólo hay una esperanza para el cine de terror y tiene nombre y apellido, Rob Zombie.



18 comentarios:

Quimérico Inquilino dijo...

No soy gran amante de la original aunque, como muy bien comentas, era ese arire amateur la que la hacía en cierto modo enfermiza. Así que si eso también lo ha perdido y ha cambio no aporta nada, no sé. Además, teniendo en cuenta mi animadversión a los remakes, no creo que vea esta.

Buena reseña, compañero.

Kraven dijo...

Al contrario yo soy admirador de la obra original, quizá por que la vi por vez primera cuando tenía trece años y por aquel entonces no había visto nada parecido. Soy consciente de sus limitaciones pero aún así es una peli que me fascina, a pesar de que ese aire enfermizo quizá fuera fruto de la casualidad.

Con el re-make no te pierdes nada, es más de lo mismo en el panorama del terror norteamericano de serie a actual. Si la original no me llamase tanto la atención no habría visto tampoco ésta.

Lo más preocupante, a juzgar por la media de edad de la sala (me sentí un anciano) es que los adolescentes actuales puedan tener como referentes en el cine de terror los mediocres re-makes que se están realizando en lugar de los clásicos originales.

Espero que la curiosidad, el DVD y las nuevas tecnologías les lleven a degustar también los clásicos tan poco respetados en la actualidad por la maquinaria hollywoodiense.

Quimérico Inquilino dijo...

Precisamente ese es el sentido de estos remakes. Mostrar a estas nuevas generaciones de quinceañeros los clásicos del terror que ellos consideran "antiguos" y que no verían de otra forma. Triste pero es así. La nueva reforma educativa creo que ha dormecido ese sentido de la curiosidad que los viejunos como nosotros nos hacía (y hace) acercarnos a las obras de Lugosi, Karloff o Terence Fisher sin despreciar a los cineastas modernos.

Un saludo!

Kraven dijo...

Mi opinión es bastante más escéptica en lo que a los remakes se refiere. Simplemente creo que resulta mucho más cómodo para las productoras rodar algo que ya se ha hecho antes y que, de alguna manera, ha funcionado, ya sea en el momento de su estreno o con el paso de los años con la llegada de nuevas generaciones cinéfagas.

Sobre la curiosidad de los quinceañeros... jeje. No creo que la educación en las escuelas tenga mucho que ver, quizá sean demasiado jóvenes para apreciar el valor de un clásico sin que les distraigan los inevitables errores técnicos que pueda tener la producción.

Cada generación que pasa se encuentra con más distancia a la hora de visionar una película muda, por ejemplo. A mi entender esto se supera con el paso de los años y con la cultura que vaya adquiriendo el individuo.

Lo que me entristece es que el cine de terror actual no trabaje en crear nuevos iconos para las generaciones actuales, ofreciendo tan sólo meras sombras de lo que otras películas fueron.

Si al adolescente actual se le ofrecieran buenas películas de terror "originales" seguramente comenzaría a interesarse por el género y descubriría por si sólo los clásicos sin necesidad de tragarse un innecesario remake.

Estoy seguro que Lugosi, Karloff y Terence Fisher siempre tendrán hueco entre el aficionado al género, aún dentro de cincuenta años. Aunque lógicamente no serán tan populares como hace cincuenta años atrás cuando sus películas podían verse en los cines.

Un placer intercambiar impresiones!

Santi dijo...

Hombre, hay que reconocer que la original (no la he visto pero la tengo por aquí) es no solo muy setentera sino que tiene un aspecto muy amateur, por lo que es normal que se diga que ha envejecido mal. Suele pasar con obras que tienen tantos años. No he visto este remake tampoco pero he leido por otros sitios que no está tan mal, que mantiene el tipo aunque pierde la esencia de la original. Por lo visto algo parecido a lo que, como comentas, pasó con "Las Colinas Tienen Ojos", cuyo remake de Aja a mí me pareció muy acertado y renovado; de aquellas veces que el remake sale bien y consigue incluso superar al original (aunque de nuevo pierda la esencia del original).

Quizá le doy una oportunidad a este remake de "La Última Casa a la Izquierda" tras leerte.

Brillante atículo, me gusta mucho tu blog y tu estilo, me pasaré muy amenudo. ¡Un saludo!

Kraven dijo...

Si te despiertas de un coma de diez años y vas a ver esta peli seguramente te parecerá una auténtica pasada pues es entretenida, está correctamente rodada e incluso tiene alguna escena gore notable.

Sin embargo, como no es el caso, y hemos visto, además recientemente, películas que también explotaban el sadismo y la brutalidad con mejores resultados ("La casa de los 1000 cadáveres", "Los renegados del diablo", "Martyrs", "Frontière(s)", "Las colinas tienen ojos", "El retorno de los malditos") la propuesta se me antoja innecesaria y, únicamente, recaudatoria. Lo que no quiere decir que no haya disfrutado como un enano, sobre todo viendo las carillas pálidas de alguna quinceañera a la salida, jeje.

Desde luego para ir al cine a pasar un buen rato está de sobra, en comparación con lo que nos suelen poner habitualmente. Sabía perfectamente lo que me iba a encontrar, cualquier cosa más atrevida hubiera sido una sorpresa mayúscula.

Simplemente es más de los mismo. Si me pusieran mañana otra tipo "Las colinas...", "La matanza..." o "La casa..." seguramente iría a verla, por afán completista, por nostalgia del original o porque me encanta la violencia en el cine.

Pero si en la sala de al lado me pusieran algo más original, más perturbador... me cambiaría sin dudarlo.

Gracias por pasarte y por los elogios, tu blog también es una gozada.

Retroalimentémonos!!!

Rey Nova dijo...

La verdad es que aun no he visto este remake. por eso he evitado leer toda tu critica para no enterarme de mucho. Cosa rara pues se supone que ya sé de qué va. Apenas la vea vuelvo aqui.

Kraven dijo...

Hasta entonces pues.

Un saludo!

Anónimo dijo...

"Contine spoilers, aunque muchos menos que el trailer".. je, je

Igual, hasta voy a verla..

Saludos!

john mcclane dijo...

La original me gustó bastante cuando la vi, aunque hay que reconocer que la parte en donde los padres de la víctima ponen trampas cae en el completo rídiculo. Con respecto a este remake, he leido buenos comentarios acerca de la peli, así que aunque evito ver remakes (por las malas experiencias que he tenido), de seguro veré este.

Saludos.

Kraven dijo...

Babel y Fantomas: Os la recomiendo a ambos si quereis pasar un buen rato viendo como sufren los pobres personajes de la película. jeje.

Un saludo.

Crowley dijo...

Saludos para todos.
Si la versión original adolecía de limitaciones técnicas e interpretativas, no puedo negar que ese aire amateur le otorga cierto grado malsano que hace que la recuerde con desasosiego.
En cuanto a la nueva versión, nada aporta a los que ya tenemos una edad y sufrimos y disfrutamos con la obra original. Los tiempos han cambiado y los quinceañeros de hoy día (la gran mayoría al menos) desconoce que existe un pasado más allá de Matrix y ni tan siquiera se molestan en descubrirlo.
Para las productoras, en un época en la que las ideas no proliferan y en la que los mejores guionistas trabajan para la televisión y no para el cine, les es mucho más fácil y rentable (en esfuerzo y dinero) hacer nuevas versiones de clásicos en lugar de innovar y crear nuevos iconos o franquicias para las nuevas generaciones.
Saludos
Nos leemos

Crowley dijo...

Gracias por pasarte por mi blog y gracias por los cumplidos, lo mismo digo de tu blog.
Nos leemos

Kraven dijo...

Gracias por todo Crowley.

Nada que añadir a tus impresiones sobre ambas películas.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Bien, pues fui a verla y pssseeee...
De la original tengo un vago recuerdo, hace ya algunos años que la vi, supongo que no me dijo demasiado, en otro caso la recordaría mejor. Factura técnica? A la fotografía no se le puede negar su qué, y la interpretación de los malos malos tiene sus matices, para qué negarlo. El tema está en el guión creo, incompleto y con contradicciones por lo que a la trama familiar se refiere, y por los motivos que les pueden impulsar, sobre todo a la prota femenina (era Sadie?). Pero vamos, en conjunto visitando al obrador de un matarife en hora punta te quedas mas menos igual. Eso respecto al sadismo, porque sobre las venganzas son tan poco creibles que necesita distraerlas incluyendo alguna que otra moralina sobre púberes fumetas y eso.

Entretiene. Un saludo!

Jackie Silva dijo...

Hola
Estuve visitando tu Blog y está excelente, permíteme felicitarte.
Sería un gusto contar con tu blog en mis directorios y estoy segura que para mis visitas será de mucho interés.
Si lo deseas no dudes en escribirme a jackelinesilvajauregui@hotmail.com
Exitos con tu blog.
Un beso
Jackie

Lady Vengeance dijo...

Muy buen artículo.
Pasaba por aquí, jeje.
Un saludo, Kraven.

Kraven dijo...

Babel: ¡Al final has ido a verla! jeje. Me alegro que te entretuviera. Lo del guión está claro, aunque en este tipo de producciones desde luego que no es algo primordial... ¡Lo único que queremos es ver sangre!, jeje. Cierto que las venganzas son poco creíbles, mucho menos que en la original, sobre todo esa última escena que a pesar de ser muy cachonda no viene a cuento.

Jackeline: Bienvenida y gracias por los elogios. Me alegra que te guste el blog. Pásate cuando quieras!

Lady Vengeance: Gracias y un saludo.