martes, 8 de septiembre de 2009

GAMER

“Gamer”
Director: Mark Neveldine, Brian Taylor.
Guión: Mark Neveldine, Brian Taylor
Intérpretes: Gerard Butler, Amber Valletta, Michael C. Hall, Kyra Sedgwick, Logan Lerman, Alison Lohman, Terry Crews, Ramsey Moore, John Legizamo, Milo Ventimiglia, Ludacris, Aaron Yoo, Jonatahn Chase, Dan Callahan, Brighid Fleming, Johnny Whitworth, Keith Jardine.
(EE.UU, 2009)

Sinopsis:
E.E.U.U en un futuro indefinido. Ken Castle, un excéntrico científico, ha creado un chip que mediante la transmisión de nanocélulas permite controlar la voluntad de la persona a la que le ha sido implantado. Gracias a ello, y aprovechándose de la popularidad de la que gozan los videojuegos y los reality televisivos, Castle desarrolla una serie de videojuegos online entre los que destacan “Society”, (la versión de “Sims” que permite controlar verdaderos seres humanos) y “Slayers” (juego de guerra al estilo “Call of Duty” donde los combatientes son en realidad reclusos controlados por gamers).
Kable, el personaje más admirado de “Slayer”, se encuentra a tan sólo cuatro partidas de obtener la libertad. Nadie hasta el momento ha vivido hasta superar las treinta batallas que permiten abandonar la prisión y él luchará hasta el final para recuperar su verdadera vida, aquella que está junto a su mujer y su hija. Por otro lado Simon, un adolescente rico, es el gamer que con destreza maneja a Kable en su cruzada, pero para él, como para el resto de la población (exceptuando el grupo de resistencia “Humanz”, que constantemente piratea la red de Castle) no es más que un personaje de un juego cuya vida tan sólo vale su prestigio como gamer.
Neveldine/Taylor son la frenética dupla de directores responsables de “Crank”, auténtico bombazo del cine de acción contemporáneo en su vertiente más salvaje y, eminentemente, heterosexual. Con el estreno en España de su secuela aún pendiente nos entretienen mientras tanto con altas dosis de violencia, cyber sexo bizarro y futurismo pop, con este juguete electrónico de última generación ideal para refrescar la última etapa del verano.
A pesar de la fuerte influencia estética de los videojuegos en primera persona o de los videoclips, la película deja un regusto ochentero tras su visionado. Las similitudes argumentales con ese gran clásico de la Sci-Fi hipermusculado titulado “Perseguido” (The running man), son más que evidentes. No sólo por el planteamiento, (presos que se juegan su libertad a costa de perder su propia vida en un hiper-violento concurso televisivo para el regocijo de millones de espectadores), sino por la figura del héroe que, encerrado injustamente, se encargará de demostrar su libertad ante el mundo y acabar con el poderoso que le puso contra las cuerdas.
Con esta máxima tan característica del Peplum más plano (el parecido de Kable con el Máximo de “Gladiator” es más que razonable) bajo la turmix más o menos postmoderna de Neveldine/Taylor el resultado es un auténtico festín para el amante del cine directo carente de pretensiones.
La acción del relato se desarrolla en tres escenarios bien diferenciados, por un lado están los dos reality games: Slayers y Society; por el otro la alucinada y perversa realidad.
SLAYERS:
La sangre riega las pantallas de los extasiados televidentes en “Slayers”. Paisajes urbanos, grisáceos y desolados, son el lugar ideal para que los “psicópatas del corredor de la muerte” obtengan su “merecido” a manos de sus propios compañeros en un baile de fuegos cruzados que, a través de rápidos barridos, apabullan nuestras retinas. En un país dónde el sistema penitenciario se encuentra saturado y la guerra por televisión es un gran negocio, ningún programa podría tener más éxito que este.
La gran atracción de esta salvaje realidad es el duro de Kable (Gerard Butler), identidad virtual de un hombre injustamente encarcelado al que han alejado de su familia, quien recupera la fiereza de Leónidas para convertirse en un gladiador que no dudará en despedazar a todos sus oponentes con tal de recuperar a su mujer y su hija.
SOCIETY:
Para los amantes del colorín,el ligoteo, y la fiesta, Castle también tiene su dosis. Idiotizados durante años ante reality shows, construyendo personajes que asuman los roles que a ellos les gustaría desempeñar en la vida real en un juego on-line sobre relaciones sociales, los clientes de “Society” pueden experimentar mediante realidad virtual todo aquello que les era negado en su triste existencia.
A través de una escena al acertado ritmo de “Discovery Chanel” de los Bloodhound Gang, se describe con excelente precisión visual todo lo que significa “Society”. Colores chillones, estilismo hortera, cuerpos duros con ropa ajustada que danzan como idiotas en medio de una plaza a la luz del sol. La lúbrica presencia de Amber Valetta, en la piel de Angie (esposa de Kable), se erige en diosa del ciber-universo pop con sus bragas ajustadas y su peluca blanca, cortesía del seboso pervertido que mueve sus hilos al otro lado de la red.
REALIDAD:
La brutalidad de Slayers y la frivolidad de Society se aúnan en una sociedad sin valores en la que la vida privada vale exactamente lo mismo que el PPV. Con las grandes corporaciones televisivas controlando a su antojo el gusto del público el megalómano Ken Castle se erije como dios absoluto. El pérfido multimillonario, interpretado por un sorprendente e histriónico Michael C. Hall en clara consonancia con su rol televisivo en “Dexter”, domina el mundo con sus ingenios mecánicos dignos del Mad Doctor más psicotrónico de la serie Z.
La escena final con el previsible duelo entre Máximo/Kable y el malvado Castle es tan artificial como refrescante, con claras resonancias al Bond más delirante (la mansión de Castle recuerda a la del personaje de Christopher Lee en “El hombre de la pistola de oro”) se introduce, además, el musical de Broadway entre el previsible reparto de hostias. Nuevamente el videoclip vuelve a ser un recurso, para algunos manido, que saca petróleo en manos de aquel que sabe manejarlo a su antojo.


En definitiva una película de acción cuya coartada de crítica social lejos de hacer reflexionar al espectador como lo hicieran ilustres predecesoras en el género como “Desafío Total” o “Terminator”, no impide el disfrute de un espectáculo pirotécnico mucho menos vacío y más divertido de lo que la mayoría comenta, con grandes momentos de comedia gamberra que son ya un sello característico de sus autores (no se pierdan el acalorado y alocado encuentro entre Amber Valletta y Milo Ventimiglia).



8 comentarios:

Unknown dijo...

Yo diría que lo mejor de la película, aparte de que es un divertimento más que notable, es que sigue cimentando la filmografía de unos tipos tan peculiares cómo el duo Neveldine/Taylor, cuyo mayor problema es que tras el éxito relativo de "Crank" se han dado sendos batacazos en taquilla con "Crank: High Voltage" y con la misma "Gamer". (11.2 millones en el primer fin de semana es un mal resultado)

¿Les dejarán seguir contando con presupuestos inflados para sus locuras de acción sin pausa y sus críticas de brocha gorda a la sociedad? Es difícil de saber, pero desde luego yo cómo mucho les doy otra bala antes de perderse para las grandes producciones. Aunque con Hollywood nunca se sabe.

A todo esto, la película hubiese mejorado muchísimo, hasta el punto de haber sido un pequeño clásico de la ci-fi actual, solamente con que se hubiese trabajado la relación entre jugador y personaje. Entre Kable y Simon, vaya.

Kraven dijo...

El riesgo de caer en las redes de las mayors está claro y, seguramente, cercano, a no ser que les de por producirse ellos mismos y ajustar el presupuesto.

Jeje. La relación entre Kable y Simon dura algo así como un par de frases. Se echa en falta el desarrollo de unas cuantas ideas más que se quedan en el camino. Los ochenta se han ido para no volver, lástima.

john mcclane dijo...

No me llamaba mucho la atención, pero tu reseña ha despertado mi curiosidad por esta película.

Saludos.

Crowley dijo...

Yo sólo he leído y oído malas críticas, así que me convencí hace días de esperar al dvd, ya que en un principio tampoco me llamaba mucho la atención
Saludos

Kraven dijo...

Fantomas & Crowley: La peli es disfrutable al cien por cien. La realización es similar a la de "Crank", montaje rápido y ritmo frenético. Aunque no llega a sus cotas de sublime mal gusto, salvo un par de frases guarrillas.

Si os gustó la canallada protagonizada por Statham y añorais el cine testosterónico de los 80 seguramente "Game", aunque a años luz de clasicazos como "Predator", no os defraude, sino teneis derecho a insultarme.

Aunque tal y como está el precio de las entradas comprendo tus reservas Corwley.

Unknown dijo...

Hombre, Kraven, yo diría que el peligro que tienen este par de hombres es el de caer fuera de todo lugar, no en manos de las majors. Aquí estaban muy felices con Lakeshore, pero cómo dejen de dar dinero no me parece a mi que puedan aguantar mucho tiempo ahí, aunque siempre hay cosas raras y sólo hay que ver como la Karyn Kusama pasa de un fiasco con Lakeshore a Fox Atomic. Via Diablo Cody y Megan Fox, claro.

A mi lo que me preocupa es que tras dos películas este año lo mismo nos tiramos 3 o 4 antes de que alguien les vuelva a dar dinero para hacer algo. Y lo mismo no les dejan tanta libertad, visto lo visto. Y hasta sería normal, porque lo de tirar el dinero a la basura a las productoras no les gusta demasiado.

Rey Nova dijo...

Tengo que verla, el fin de semana pongo la descarga, que por mi tierra no llega aún, y ando impaciente. Esa comparación con el cine ochentero me ha dejado con más ganas. Saludos¡¡¡¡

Kraven dijo...

Arizafel: Démosles un margen de confianza, todavía falta la exhibición en algunos países y la explotación en DVD para remontar el vuelo y sacar unos cuantos dólares más.

Darkerr: Espíritu ochentero con tecnología actual.