jueves, 5 de junio de 2008

DISTURBIOS EN EL CEMENTERIO



Brivido Giallo: Una Notte Al Cimitero
Director: Lamberto Bava
Guión: Dardano Sacchetti y Lamberto Bava (sobre una historia de Daradano Sacchetti)
Fotografía: Gianlorenzo Battaglia
Música: Simon Boswell
Intérpretes: Gregory Lech Thaddeus, Leo Martino, Beatrice Ring, Gianmarco Tognazzi, Karl Zinny, Lino Salemme, Gianpaolo Saccarola,
(Italia) 1987

El director romano Lamberto Bava, hijo del maestro del cine fantástico, Mario Bava, e injustamente comparado en innumerables ocasiones con su progenitor, ha sido siempre un estandarte, mas que pese a algunos, del cine de terror, sobre todo en su Italia natal. Compañero de generación de Dario Argento o Lucio Fulci, entre otros, su labor nunca estuvo tan reconocida como la de sus colegas, y mucho menos como la de su, ahora, admirado padre. A pesar de haber sido maltratado por la crítica, algunas de sus producciones han gozado del éxito de taquilla, como sus archiconocidas “Demons” y “Demons 2”.

“Una notte al cimitero” forma parte de una serie titulada “Brivido giallo” que Lamberto Bava realizó para la televisión italiana.

Sinopsis:

Un grupo de jóvenes descerebrados se van de fiesta en una furgoneta. Tras robar provisiones en una estación de servicio los carabinieri les persiguen. Consiguen escapar pisando a fondo el acelerador, llegando a una zona boscosa donde el vehículo queda varado en medio de una laguna. Continúan la senda a pie hasta que, ya de noche, arriban a una fantasmagórica edificación supuestamente abandonada. En la parte baja hay una taberna regentada por un tipo apestoso que les propone una curiosa apuesta: Aguantar una noche en la cripta situada en el sótano del edificio a cambio de un enorme tesoro. Los jóvenes bajan a la lúgubre estancia ignorando la cantidad de sorpresas que les aguardan hasta la llegada del alba.

El inicio condensa todos los elementos que se irán desarrollando a lo largo de la función: El carácter insensato e infantil de los jóvenes, la gratuita exhibición de elementos del imaginario fantástico por pura nostalgia cinéfila (La carreta tirada por dos caballos sin conductor alguno, al igual que en la novela “Drácula” de Bram Stoker, o las enormes huellas que encuentran en mitad del bosque. En ningún momento del metraje aparecerá ningún ser de esas proporciones), la utilización de efectos teatrales (forzado y excesivo uso de la niebla artificial) y de sonido (a golpe de sintetizador) para crear ambiente terrorífico, así como la utilización de frases truculentas inscritas en antiguas esculturas (“maldito sea el hombre que construya un templo de dios sobre el hogar de los muertos”) buscando dotar al relato de cierta trascendencia y el sinsentido de un guión que se mueve a marchas forzadas conduciendo la historia a ninguna parte, igual de perdido que los atribulados personajes. La unidad temporal es inexistente, se pasa del día a la noche de manera repentina.

Dicho esto, la peli es un divertimento de primera categoría para todos los integrantes del fandom fantaterrorífico. El film goza de un sentido del humor envidiable. Se parodia sin miramientos numerosos personajes clásicos del género. Se hacen chistes sobre hombres lobo; criaturas deformes y putrefactas vuelven despavoridas a sus tumbas al ver a los jóvenes protagonistas (¿Se inspirarían en esta película los responsables de “Monstruos S.A”), mientras que un vampiro se levanta bostezando de su tumba.

A pesar del desenfadado carácter de la propuesta, los decorados respetan la mejor tradición en lo que a imaginería gótica se refiere. Todas las estancias del edificio donde se desarrolla la acción están cuidadas al detalle: Lugares fríos y espaciosos construidos en piedra, pasillos laberínticos, escaleras, barrotes oxidados, polvo, telas de araña, tumbas, esqueletos, espejos, fauna roedora y arácnida, austeridad en el mobiliario, escasa iluminación (candelabros en interiores y la luz de la luna en exteriores, dónde, como ya he indicado antes, es profuso el uso de neblina). El tétrico lugar se encuentra coronado, como debe ser, por una cripta, la que pierde parte de su encanto al estar excesivamente iluminada. Destaca del conjunto el foso infernal en el cae uno de los atribulados protagonistas: Aguas turbias y estancadas pobladas de cadáveres putrefactos y un enorme ojo nervudo emergiendo con saña de las profundidades.

Por estos lares hay que andarse con ojo.

El maquillaje, obra de Fabrizio Sforza, al igual que en todas las películas de Lamberto Bava, y en general en la producción fantástica italiana de la época, presenta un barroquismo acentuado. En este sentido se podría hermanar con las recargadas caracterizaciones zombies del cine de Lucio Fulci, exceptuando la casquería, que no aparece por ningún lado en esta cinta.

El “look” es víctima de la estética de su época. La furgoneta de los protagonistas es muy ilustrativa al respecto. Rigurosamente pintada a base de graffitis de marcado carácter pop; merece especial atención su recargado interior: “Loro” como emisora del vehículo, escorpión de goma colgando del espejo delantero, televisión portátil y bandera confederada en el asiento trasero. El diseño de vestuario parece sacado del rastrillo de la esquina: chupa de aviador (con su característico cuello vuelto de borreguillo), pantalones vaqueros de pitillo, chalecos y cardados imposibles. ¡Lujo y glamour!

Nos encontramos ante una película cuya falta de seriedad no perjudica su disfrute, pues rebosa imaginación, situaciones cómicas y entretenidas. Altamente recomendable para los amantes de los comics de la E.C, los acólitos del tío Creepy, del terror del cine de barrio y de las sesiones golfas, de la familia monster, de la pandilla basura, en definitiva, de lo rancio. ¿A quien le importan las incongruencias del guión, con ese precipitado e incoherente final, si podemos ver a un grupo de vampiros del silgo XVIII comiendo gusanos y tarántula sobre gelatina?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No he visto nada de Lamberto Bava. Pero, cayendo en el estereotipo al que precisamente haces referencia en tu post, Mario Bava me parece un referente imperdible, quizá muchas veces no suficientemente bien valorado.
Tomo nota de su vástago, pues..
Respecto a tu blog, pues no lo conocía. Tu visita ha motivado la mía; y he de decir que me parece muy interesante, con buen material y artículos. Te enlazo al mio.. para que no se me olvide, de vez en cuando, visitarte.
Saludos!
Babel.

El Miope Muñoz dijo...

Es una gozada!