martes, 3 de junio de 2008

INDIANA JONES Y EL REINO DE LA CALAVERA DE CRISTAL




Indiana Jones and the Kingdom of the Crystal Skull
Director: Steven Spielberg
Guión: David Koepp (escrito sobre una historia de George Lucas y Jeff Nathanson)
Música: John Williams
Fotografía: Janusz Kaminski
Intérpretes: Harrison Ford, Cate Blanchett, Shia LaBeouf, Karen Allen, John Hurt, Ray Winstone, Jim Broadbent, Ian McDiarmid, Joel Stoffer
(EE.UU) 2008

El comienzo es muy prometedor. Un Indy reciclado por el inevitable paso de los años (su aparición no puede ser más nostálgica, esa silueta recortada sobre el vehículo militar coronada por su sempiterno sombrero) pero que aún conserva la chispa y la ironía de antaño, (se podría decir eso de que el que tuvo retuvo), acompañado por su compañero de aventuras Mac, es sorprendido como siempre por los malos, en esta ocasión agentes soviéticos, en pleno desierto del suroeste de los EE.UU.

La acción comienza rápido, una de las características más positivas de la saga. El maduro arqueólogo consigue huir, como no podía ser de otro modo, y aparece en un pueblo prefabricado, cuya única función es ser pasto de las pruebas nucleares (uno no puede dejar de pensar en el magnífico re-make de “Las Colinas tienen ojos” del excelente realizador galo Alexandre Aja y las pruebas nucleares en el desierto de Nuevo México) Justo antes de la explosión, Indy, consigue meterse en una nevera que le salva de morir abrasado (Es que Indy es mucho Indy).

En la universidad, el veterano profesor ya no es acosado por sus alumnas como lo fuera en el pasado, el F.B.I es ahora el que no le da tregua, hasta tal punto que se ve obligado a dejar la docencia. Cuando se disponía a viajar hasta Londres en busca de un nuevo hogar donde poder retomar sus clases, se cruza en su camino el joven Mutt Williams (encarnado por la refrescante presencia de Shia LaBeouf, cuya aparición en pantalla, con chupa de cuero y gorra, a lomos de su deslumbrante Harley Davidson, homenajea a Marlon Brando en “Salvaje” Laszlo Benedek, 1954 de moda por aquel lejano e ingenuo 1957) el cual le pide un favor personal, que les llevará tras la pista de la calavera de cristal. He aquí el Mac Guffin: La calavera antropomórfica echa de cristal de cuarzo de una sola pieza. La coartada perfecta para viajar a mundos ocultos y olvidados, en este caso el corazón de Perú, donde habitan peligrosas civilizaciones para el urbanita moderno.



Dieciséis años se lleva gestando el proyecto de la cuarta entrega de la saga de Indiana Jones, y durante todo este tiempo, no han sido pocos los que han señalado lo innecesario del proyecto. ¿Por qué ha desembarcado ahora Indy en las pantallas de todo el mundo? ¿Está realmente el personaje acabado, como, supuestamente, lo estaban los slyanos Rocky y Rambo?.

El caso de los films de Stallone quizá sea diferente, por un lado, "Rocky Balboa" viene a refrescarnos la memoria con una idea que siempre tuvo mucha fuerza en el pasado y que parece perdida en estos tiempos de fama rápida y tecnología multimedia (la frase de Warhol sobre los quince minutos de fama nunca tuvo tanto sentido), la idea del esfuerzo, de la superación humana, parece necesaria en nuestra sociedad actual. Por su parte, "John Rambo", la película, sorprendió con su violencia hiperrealista, aunque eso no haya sido suficiente para tapar las deficiencias de un guión más que flojo. A través de estas películas, el viejo Sly ha intentado (y a juzgar por las recaudaciones de ambas, logrado con éxito) recuperar parte del prestigio perdido, al menos entre sus seguidores.

¿Qué prentende el tándem Spielberg-Lucas con esta cuarta entrega de las aventuras del arqueólogo más famoso de la historia? En mi opinión es una manifestación más del miedo actual de EE.UU a todo país que no promulgue con su política exterior

La acción se sitúa en 1957, en plena era Eisenhower, (un presidente obsesionado con el anti-comunismo y con el poder atómico) los momentos más crudos de la guerra fría. ¿No existe en la sociedad post 11-S una desconfianza sobre el mundo islámico similar a la que había en la guerra fría sobre el comunismo? ¿Qué hay que se parezca más a la paranoia atómica posterior a la II Guerra Mundial, que el actual miedo a un nuevo atentado terrorista, ya sea este en forma de aviones kamikaze, bombas a civiles en capitales super-pobladas, ataques bacteriológicos, o como apuntaba la "Jungla 4.0" Len Wiseman, 2007 o la serie "24" (claros ejemplos de la paranoia política norteamericana llevados a la ficción), un virus informático capaz de colapsar la economía occidental?

La película está cargada de ideología pro-americana, más cerca del propagandismo político que del cine de evasión. El patriotismo rancio y chusco de Indiana Jones llega a límites vergonzosos cuando, encañonado por el arma de la coronel Irina Spalko (interpretada magistralmente por una fría y sensual Cate Blanchett), no se le ocurre otra cosa que decir (¡como última voluntad antes de morir!): “Viva Eisenhower” (Ex general famoso por dirigir el desembarco de Normandía y presidente republicano entre 1953 y 1961. Firmó pactos anti-soviéticos, entre otros países, con la España franquista)

Por lo demás la película responde al clásico guión de la cinta de aventuras: buenos en apuros con malos más numerosos que les pisan los talones y que están a punto de matarlos en numerosas ocasiones, pero por una razón u otra, todas igual de forzadas, nunca lo logran. El final es el consabido Deux ex Machina, en el que el héroe es salvado in-extremis por la providencia, en el caso de esta entrega casi de manera literal, en un final más propio de “Expediente X”

La resolución de las escenas de acción no pasa del aprobado, no deja de ser lo mismo que hemos visto a lo largo de la saga y en innumerables producciones de acción, sin introducir nada nuevo. A pesar del cacareado respeto del clasicismo (sólo un treinta por ciento de las escenas con fx han sido realizadas por ordenador) del espíritu de la película, las persecuciones ya no tienen la garra que poseían en los años ochenta. Precisamente por eso mismo; no se puede pretender mantener pegado a la butaca al espectador actual, acostumbrado a las últimas tecnologías, con los trucos que sorprendían hace dos décadas.

Lo que si supone un acierto es el trabajo de Spielberg con el director de fotografía, el genial Janusz Kaminski (¿Quién no recuerda los dramáticos tonos sepia de “La lista de Schindler”) respetando el cromatismo y la textura clásicas que Scolombe había desarrollado en las tres anteriores entregas. Deliciosa la escena que abre el film, desde los títulos de crédito, que recogen con una deslumbrante panorámica el desierto, hasta la explosión de la bomba describiendo una gran nube de fuego y arena, justo después de desintegrar los maniquís que poblaban la zona de pruebas. La escena de la cafetería, en la que Mutt e Indy comienzan a conocerse, tiene un gusto impecable en la elección de la paleta de colores. La trifulca que se provoca hacia el final de la escena, entre moteros y estudiantes, homenajea nuevamente a las pelis de bandas de los años cincuenta.

Una vez más la pareja Lucas-Spielberg juegan a convertir la caspa en lujo amparados en sus grandes presupuestos, escogiendo lo peor de cada mundo (la acción abrumadora, el ambiente familiar y el humor castrado de las grandes producciones y el argumento fantástico-folletinesco de la serie-b más delirante e incoherente). En esta ocasión su vena de adolescentes traviesos les ha llevado a colar hacia el final de la película una marabunta de hormigas gigantes y ultra-veloces, buscando no sé si la sorpresa, la risa, o la tensión del espectador; en lo que a mí respecta sólo consiguieron el bostezo.

El desarrollo de “Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal” resume de forma perfecta la trayectoria profesional de sus creadores. Comenzaron revolucionando la industria con películas tan refrescantes e interesantes como “American Graffiti” George Lucas, 1973, “El diablo sobre ruedas”, Steven Spielberg 1971 o “Tiburón” Steven Spielberg, 1975. Tras dar con la gallina de los huevos de oro; la saga “Star wars”, y reventar las taquillas de todo el mundo con las trilogías de Indiana y de Parque Jurásico (además de inventar el merchandising, el sonido THX, la industria de efectos especiales Light and magic, crear la productora Dreamworks, etc…) han acabado anquilosándose con el paso de los años. A pesar de que el público sigue acudiendo a las salas para ver sus producciones, ya no son los reyes del enterteinment (aunque a juzgar por la última escena de la película ellos deben de creer que aún lo son, ¿o que sino quiere decir, aparte de la vigencia de Harrison Ford como Indiana Jones, esa recuperación del sombrero que ya tenía entre sus manos el joven Mutt? ¿Los dinosaurios siguen dominando la tierra?) y sus propuestas carecen de la originalidad y frescura de la que gozaban. Los monarcas ahora están sentados cómodamente en sus tronos, mirando únicamente sus laureles y su ombligo (lo cual me parece de lo más lógico, pero, si han perdido el gusanillo de rodar que se dediquen a producir a nuevos talentos y dejen de colocarse detrás de las cámaras). Un mal que parece acuciar a gran parte de la sociedad norteamericana actual (me refiero a lo de estar sentado mirándose el ombligo, bueno, si hay petróleo… entonces si que echan un vistazo en otros países) una sociedad que durante el siglo pasado siempre se caracterizó por su dinamismo. ¿La muerte de una cinematografía? A juzgar por la producción que nos vienen ofreciendo durante la presente década todo hace indicar que lleva muerta bastante tiempo.

17 comentarios:

Slaine McRoth dijo...

Aburrida y cansina, las escenas de acción son interminables y carentes de emoción y originalidad. Lo único bueno de la película la moto del hijo de Indiana Jones.
Un saludo.

Kraven dijo...

La moto, la chupa de cuero y los ojazos de Cate Blanchett. Eso y la fotografía, que, vuelvo a repetir, es deliciosa.

Unknown dijo...

Hay una generacion que vemos este tipo de films, no por que sean peliculones, sino por pura nostalgia.Creci queriendo parecerme a Indy y jugaba con la cuerda de saltar de mi hermana a que era un latigo capaz de exterminar a las mismisimas SS. Cuando preguntas "qué buscan con esta entrega..." quiza solo sea hacer taquilla a consta de gente como yo que añora la tranquilidad de la infancia.
Por otro lado y evidentemente, si Otto Rhan levantara la cabeza, volveria a meterla en su tumba por vergüenza.

Felicidades por el Blog

Kraven dijo...

Por esa nostalgia y cariño que tenéis los fans de la saga, Lucas, Spielberg y Ford quizá deberían haber dejado esta cuarta entrega en otras manos que pudieran imprimir la ilusión juvenil que caracterizó las tres primeras partes. O haberlo dejado todo tal y como estaba y no devaluar un icono cinematográfico que ellos mismos han creado.

Gracias por tu comentario!

Un solitario con pipa y copa de coñac dijo...

Menudo fraude... Vaya desengaño... Malditos hijos del mal...

AVISO: aquellos que defiendan esta parte se les tachará de fanáticos subjetivos. Yo soy fan de Indy, sí... Pero totalmente objetivo, y creo que esta cuarta entrega se les ha escapado de las manos como un balón de rugby embadurnado con grasa de cerdo. Muerto.

Para mi gusto, se salva el doblaje de Shia (que me parece casi perfecto) y ni siquiera es de la factoría del rey midas. Juas. Exagero un poco. También salvo la escena del bar. Íntegra. Con la pelea y todo. Sí, sí, sí...

En cuanto a la fotografía, como tú comentas, Kraven, me parece buena. Sin más. Tampoco es pa tirar cohetes (demasiados efectos especiales).

Ah! SPOILER Y me jode especialmente la escena de la bomba atómica. No pinta absolutamente nada. Pero eso sí, Indy sale ileso, con más de 60 palos encima, después de salir despedido dentro una nevera. Y antes de esto, la pelea, saltos entre coches, etc... Una cosa es que sea Indy y otra que se les pire la pinza... SIADUGSBOIGBGUHJIO ¬¬ SPOILER

Kraven dijo...

La escena de la explosión situa la película en su contexto histórico, lo que está muy bien. Además el momento previo a la explosión con ese pueblo fantasma habitado por maniquís es desasosegante. Para mí es de las pocas escenas buenas que tiene la película.

Slaine McRoth dijo...

No hace falta meter una explosión nuclear(por cierto de lo mas gratuita)para situar históricamente la película, creo que queda mas que claro con las tropecientas alusiones a la "caza de brujas". La escena del pueblo, como otras tantas de la película rídicula, de la nevera prefiero no hablar. Con respecto a la fotografía no le veo nada de especial. Solo recordar los 6'70 euros que me gasté...
Un saludo.

Kraven dijo...

jajajaja, ya veo que disfrutaste mucho con la peli. ¿Lo que no entiendo es que haces tú viendo Indiana Jones con la fobia que le tienes a Harrison Ford? espero que al menos estuvieras bien acompañado

La explosión nuclear está claro que no hace falta, pero tampoco es gratuíta, estaba en el puto desierto de Nuevo México en el 57 y ahí se hacían pruebas nucleares.

Lo de la nevera es sublime precisamente por lo ridículo, es un delirio puramente cartoon, seguro que la nevera es marca A.C.M.E. Puede que mucha gente se sienta ofendida por que en esta entrega se hayan pasado de vueltas, pero es que Indiana Jones nunca se ha caracterizado por ser verosímil, más que un héroe de aventuras fue siempre un super-héroe, simplemente han ido más allá.
Además, que perra ha cogido todo el mundo con lo de la nevera. ¿Y que pasa con el final? el templo se convierte en ¡un platillo volante!!!! La saga no se ha caracterizado nunca por su seriedad ni por su coherencia, sino por su diversión, el peor error de todos es esa boda y toda esa estúpida y empalagosa relación, ¡¡eso si que sobra!!

Respecto a la fotografía: No voy a hacerle ninguna defensa más, ella se defiende por si misma, sino le ves nada especial, lo siento, quizá tenga algo que ver los horribles cines donde has ido a verla. Por cierto, creo que ahí 6,70 euros te los cobran por cualquier película no sólo por esta. No soy nigún fan de Spielberg ni de Lucas ni de Ford, pero ellos no tienen la culpa del precio, a 2 km. tienes un cine más barato y donde se aprecia bastante mejor la fotografía.

Para que nadie se llame a engaño y como visión general diré que la película es horrorosa y que las autoridades sanitarias deberían prohibir su exhibición por posibles daños cerebrales irreversibles, creo que a mí ya me los ha causado, ¿Por qué coño sino estoy defendiendo escenas de la película? ¡¡¡Me han lobotomizado!!!

NO, la verdad, la película está muy lejos de ser buena, pero no entiendo por qué hay que rasgarse tanto las vestiduras señores, es sólo cine, y dentro del cine se han pergeñado crímenes contra el espectador mucho peores, como por ejemplo "Mar adentro"

Un saludo!

Un solitario con pipa y copa de coñac dijo...

Efectivamente, la escena de la bomba es pura contextualización. Hasta lo entendí. Lo comprendí. Y lo asimilé. Pero tb supe desde el inicio de la escena que era totalmente gratuita y que no pintaba nada. Por eso mismo me jodió más aún (esta escena es obra maquiavélica de Lucas).

Estoy totalmente de acuerdo en lo dicho por Slaine.

En cuanto a que Indy nunca fue verosímil, pues sí.. Vale.

Pero tocar temas de extraterrestres rozan el ridículo. Más aún que un sacacorazones (que al fin y al cabo es más creíble que lo del ovni.... Sólo que la forma de sacar el corazón quizá sea un pelín fantástica. Pero sólo un pelín, eh?)...

Slaine McRoth dijo...

Pués la verdad, no se por que coño fuí a ver la peli. La compañía era masculina asi que el motivo por el que fuí al cine no es el que piensas jeje.
Un saludo.

Tirso dijo...

¡¡¡Pero bueno!!! ¿Es que nadie ha visto "Indiana Jones en el templo maldito"? Para los que la tengan olvidada les contaré que poco después del comienzo de la película nuestro Indy se halla en una avión -cuyos pilotos han saltado en paracaídas- junto a la chica (actual esposa del señor Spielberg) y el niño oriental (no se si es chino, japones o de Okinawa como el Sr. Miyagui). ¿Cómo sale de la situación nuestro Indy, sin paracaídas y sin nadie a bordo que sepa pilotar? ¿Se mete dentro de otra nevera? ¡¡¡Noooo!!! ¡Algo mucho más creíble! Se tiran los tres del avión así, a las bravas, sin paracaídas pero muy juntitos y agarrados a una barca hinchable. Por el camino (es decir durante la caída) la hinchan (es automática eso sí), y de paso se meten dentro con tanta habilidad que los tres quedan sobre la chalupa muy estables y en una caída completamente horizontal y a gran altura. A continuación caen sobre la nieve, sin que la barca se pinche, explote por el peso, o sencillamente pierda el equilibrio y vuelque. Pero como la barca cae sobre una montaña, se va deslizando montaña abajo, y va cayendo, cayendo, cayendo hasta dar con un precipicio… y otra vez cae a gran altura, horizontalmente, manteniendo admirablemente el equilibrio y sin volcar… sobre el agua. Y la corriente les va llevando por unos rápidos hasta que poco a poco el agua se va calmando y todos quedan sanos y salvos… Vamos, algo mucho más creíble que el asunto de la nevera. ¡Qué digo! ¡yo un día de estos lo intento y todo!
Pues con todos mis respetos yo diré que no, nuestro Indy no ha cambiado (me refiero a la idea del personaje no a Harrison Ford), los que hemos cambiado hemos sido nosotros. Esto ya lo dijo Bruce Willis (o su personaje) en “12 monos” (¿recordáis lo que dice cuando sale del cine de ver “Vértigo”?) y antes que él Oscar Wilde. Así que -citando a Wilde- la próxima vez que veáis a “Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal”, en el cine, en la tele o en el teléfono móvil, sólo tenéis que saludar y decirle: “Discúlpeme Dr. Jones, no le había reconocido, he cambiado mucho”.

Un saludo

Kraven dijo...

Eso haré, lo que pasa que no creo que me de por verla nunca más, con una vez ya he tenido de sobra. Lo dicho Tirso, como comenenté más arriba exagerado Jones lo ha sido siempre y también extremadamente patriótico. Para mí lo peor de esta entrega ha sido la trama alienígina y el insoportable romance otoñal.

Excelente comentario, amigo!!

Un saludo!!

Tirso dijo...

Disculpa lo apasionado de la respuesta, será que me dio la vena nostálgica, jajajaja

Yo reconozco que el Indy actual (y los anteriores) resulta un tanto cansino, y el principal motivo de su éxito es precisamente la nostalgia. El mismo motivo porque el que hace unos años tuvo éxito el re-lanzamiento del cinexin y los madelman. No eran juguetes solicitados por los niños, sino por los padres.
Pero también resulta aburrida "La Guerra de las Galaxias" y yo la fui a ver en su reestreno, y seguramente la volveré a ver en cuanto pase el suficiente tiempo como para que la haya olvidado. Con cada década la concepción del cine cambia y realizar una película en en el 2007, con la temática, el estilo y un "look ochentero", tiene su precio.

Tengo que reconocer que la historia del extraterrestre me dejó un tanto descolocado.
¿Que significado tiene para este Spielberg tan adulto? ¿Es una despedida definitiva de su lado juvenil, un cierre del cine con el que se inicio? ¿o por el contrario es un regreso, una presentación, un aviso...? "Preparaos que vuelvo..."

Recordemos que "Encuentros en el tercera fase" es hasta la fecha la única película de Spielberg con guión exclusivamente suyo (y hasta escribió una novela) y E.T. siempre fue su película más personal.

Lady Vengeance dijo...

Sí, el comienzo es muy prometedor, los primeros minutos consiguen engancharte pero... derrepente todo se torna chanante, y toca cambiar el chip. Hay que empatizar con la historia y adaptarse.

Neveras creadas de materiales milagrosos, historias de amor metidas con calzador, la escena final cuando Shia LaBeof trata de coger el sombrero en la iglesia...

No intentemos darle seriedad, simplemente no la tiene.

Kraven dijo...

Tirso: No me parecen aburridas ni las pelis de Indy ni muchísmio menos "Star Wars".

Lo de los extraterrestres siempre trajo de cabeza al bueno de Spielberg y ahora parece que vuelve por sus fueros, ahí tenemos bastante reciente aún "La guerra de los mundos" peli que por cierto tiene escenas muy destacables y que entretiene, como todo el cine de Spielberg, pero siempre hay que exigir más.

Lady vengeance:Conciso y certero, a mi modo de ver, comentario, sobre todo la última frase. No comparto lo de que haya que adaptarse, sólo me faltaba eso. ¿estos señorones de Hollywood no tenían estudiosos que se ocupan de preocuparse de los gustos de la audiencia? Pues audiencia, como hacienda, somos todos!!

Saludos!!

Tirso dijo...

Si Star Wars como película de acción, resulta aburrida (a día de hoy) comparada con el cine (de video clip) actual, daría para un buen debate; y la relación de los extraterrestres del Spielberg anteriores a E.T. (incluído este último) y los posteriores (como "La guerra de los mundos", que por cierto es "Salvar al soldado Ryan" en versión CC.FF.) daría para otro. El problema es que para eso haría falta una buena mesa de roble, algo de bebida y unas cuantas horas por delante, jajajjaa.
Y yo ahora es que me voy de vacaciones!!!!!

Pasadlo bien! Un saludo.

Kraven dijo...

Pues nada, que lo pases muy bien de vacaciones, que tengas buen tiempo todos los días y ¡que la fuerza te acompañe! A tu regreso seguiremos divagando sobre pelis buenas, malas, regulares y chiripitifláuticas, estas últimas, sin duda, las mejores.

Saludos!!