martes, 22 de abril de 2008

ÁNGELES DEL INFIERNO



Ángeles del infierno (Hell´s angels)
Director: Howard Hughes, (no acreditados: James Whale y Edmund Goulding)
Guión: Harry Behn, Howard Estabrook, Joseph Moncurre March, sobre un argumento original de Marshall Neilan
Música: Hugo Riesenfeld
Fotografía: Antonio Gaudio, Harry Perry
Intérpretes: Ben Lyon, James Hall, Jean Harlow, John Darrow, Lucien Prival
(EE.UU) 1930

Argumento: (Esquema completo de la película, incluyendo el final. Si no la has visto…¡sáltatelo!)

Poco antes del comienzo de la I Guerra Mundial, los hermanos británicos Roy y Monte Rutledge pasan unos días en Alemania junto a su amigo germano Karl Armstdet. Monte es sorprendido en uno de sus muchos escarceos amorosos por el Barón Von Krantz metiendo mano a su esposa, el oficial alemán lo desafía a batirse en duelo con él, el joven huye a Inglaterra y es su hermano Roy quien va al encuentro en su lugar, sufriendo el roce de una bala en el brazo. Una vez el trío de amigos se encuentra en Inglaterra Karl recibe una carta que le obliga a incorporarse a filas, Alemania a declarado la guerra a Francia. Roy se alista más tarde como voluntario en la RFA (Real Fuerza Aérea), Monte que no quiere alistarse se verá obligado a hacerlo cuando besa a una joven que ofrece sus labios para reclutar jóvenes para la aviación. Una vez comenzada la instrucción Roy presenta a Monte a su novia Helen, a la que considera una chica decente, sin embargo ésta se acuesta con Monte, el cual no puede resistirse a sus encantos. Karl muere en combate tras eludir el bombardeo sobre Trafalgar Square mientras Roy y Monte consiguen derribar el “pájaro” alemán que intentaba destrozar Londres. Tiempo después, en el frente francés la guerra continúa, en el turno nocturno de la RFA muere al menos un piloto cada día, el último en morir había cambiado el turno a Monte, éste es acusado de cobarde. Para resarcirse de las críticas Monte acepta la misión suicida de bombardear una base alemana a bordo de un avión robado al enemigo, Roy le acompaña en su misión. La noche antes de volar Roy se desengaña cuando descubre a Helen ebria besuqueándose con un teniente de infantería, los dos hermanos se emborrachan hasta la hora de la batalla. Tras acabar con la base germana un avión consigue derribarlos, salen ilesos pero son capturados como prisioneros, el encargado de juzgarles es el Barón Von Krantz, quien reconoce a Monte al instante, les ofrece un trato si les dicen los planes de su ejército. Para que Monte no confiese Roy se ve obligado a dispararle por la espalda, Roy es fusilado pero gracias a su acción el frente británico logra avanzar y sorprender a los alemanes.

La superproducción hollywoodiense llevada a cabo por el megalómano Hogar Hughes, una de las mayores de la historia, es además de una película bélica, una de las pocas dedicadas a la gran guerra, un drama de tintes épicos, incluso podría calificarse como tragedia, las espectaculares escenas rodadas en exteriores por la aviación son técnicamente asombrosas y sin duda se encuentran entre las mejores escenas de acción jamás rodadas, el ballet aéreo al que asistimos sin en el uso de transparencias pone los pelos de punta, el rugir de los motores es música celestial para los oídos. La moralidad de la película es de una contemporaneidad apabullante, la cínica visión que tiene el apuesto y mujeriego Monte sobre el sexo femenino se confirma en la “peligrosa” rubia que interpreta a la perfección la malograda Jean Harlow (claro antecedente de la otra rubia indiscutible del celuloide, Marilyn Monroe), no es de extrañar que la misoginia que desprende la historia fuera idea del propio Hughes un hombre muy cercano al carácter del personaje que interpreta Ben Lyon, el dueño de la RKO era todo un playboy dentro de Hollywood (lo que es como decir un playboy universal) mantuvo affaires con Katharine Hepburn, Ava Gardner, Bette Davis, Olivia de Havilland, Ginger Rogers o la propia Jean Harlow. El año de producción de la película, anterior al código Hays permitió que se realizaran algunas escenas subidas de tono, como la que se produce en la fiesta de alta sociedad en la que Roy presenta a Helen a su hermano, ella luce un vestido escotado sin sujetador, pide a Roy que le vaya a buscar un ponche, momento que aprovecha para besar a Monte… ¡si amigos, en Hollywood las chicas ya tomaban la iniciativa en los años treinta! El consabido puritanismo americano no aparece en ningún momento a lo largo del relato, más bien está teñido de un elegante decadentismo europeo.

La película es un claro alegato antibelicista (como suele ocurrir con las mejores películas bélicas) el personaje de Monte cuando es acusado de cobarde por sus compañeros al intentar escaquearse de su turno de vuelo expone uno de los discursos más lúcidos que se hayan dicho en contra de la guerra en la historia del cine:

“no es verdad, no soy un cobarde. Puedo ver las cosas como son, eso es todo. Y estoy harto de este negocio bestial. Tontos. ¿Por qué permitís que os maten así? ¿Por qué estáis peleando? Patriotismo. Deber. ¿Estáis locos? ¿No os dais cuenta que son sólo palabras? Palabras acuñadas por políticos y buitres para conseguir que peleen por ellos. ¿Qué es una palabra comparada con la vida? La única vida que tenéis. Os daré una palabra. ¡Asesinato! Eso es ésta podrida guerra de los políticos. ¡Asesinato! Vosotros lo sabéis tan bien como yo. ¿Cobarde yo? ¡Vosotros sois los cobardes! ¡Yo tengo agallas para decir lo que pienso! ¡Vosotros tenéis miedo de decirlo! ¡Tanto miedo de que os llamen cobardes que preferís que os maten primero! Tontos. Infelices y estúpidos tontos”

EN EL PÁRRAFO QUE SIGUE SE DESVELA EL FINAL (Aviso para navegantes)

El final de la historia, con el sacrificio que hace Roy de la vida de su propio hermano no lo considero un acto de patriotismo, sino más bien de compañerismo, si Monte hubiera facilitado la información a los alemanes hubieran muerto tres mil hombres, tres mil compañeros, por tanto es un gesto heroico que nace del humanitarismo del que, por otra parte, el personaje hace gala a lo largo de toda la película.



4 comentarios:

Nicótoe dijo...

¡Es genial eso de que en una critica de cine en la que hay una sinopsis, se avise de que llega el final!!

Lo entiendo, hay que complacer a todas las peticiones del espectador...

No te ofendas, por otro lado me parece un blog muy currao, merece la pena seguirlo regularmente.

saludos

Kraven dijo...

El final de una película, salvo excepciones, no tiene tanta importancia, en ocasiones es más importante el desarrollo, incluso el comienzo, pero es cierto que mucha gente si se entera del final ya no quiere ver la peli, lo que es una pena porque se está perdiendo algo mucho más enriquecedor que un simple desenlaze.

Para evitar eso intentaré: o no desvelar los finales o avisar con antelación, lo que no es invención mía, en la revista "Imágenes de actualidad" suelen hacerlo con frecuencia y normalmente en el resto de revistas españolas dedicadas a la crítica cinematográfica no hablan nunca del final, bien es cierto que analizan películas recién estrenadas que se supone que la gente no ha visto. En fagiafilia la mayoría de pelis comentadas tienen sus añitos por lo que suponemos que la gente ya las conoce, pero si este no es el caso no seremos nosotros los que le impidamos verla.

Kraven dijo...

Gracias por el comentario nicótoe, me alegro de que te guste el blog.

un satánico saludo desde esta cripta fagiafílica.

Nicótoe dijo...

Siempre un placer conversar con gente que acepta las criticas.

Saludos goticos