miércoles, 19 de marzo de 2008

CALIFORNICATION por Sr. Salido



Californication
Director: Tom Kapinos (Creador), Stephen Hopkins, Scott Winant
Guión: Tom Kapinos
Música: Tyler Bates, Tree Adams
Fotografía: Peter Levy, Michael Weaver
Intérpretes: David Duchovny, Natascha McElhone, Madeleine Martin, Madeleine Zima, Evan Handler, Rachel Miner, Pamela Adlon, Damian Young, Chris Williams, Amy Price Francis, Lance Barber.
(EE.UU) 2007


Web oficial: http://www.sho.com/site/californication

Hank Muddy (David Duchovny), un brillante escritor en plena crisis creativa (lleva cuatro años sin escribir) deambula por las calles de Los Ángeles en su destartalado porsche descapotable, se acuesta con las mujeres más bellas de la ciudad que va encontrando a su paso y castiga su hígado en los bares más “in” de Venice. Tiene los sueños húmedos e imaginativos que el resto de mortales desearíamos tener.

Su amigo y editor no deja de motivarle para que escriba y saque el genio que lleva dentro, pero Hank está cansado, lo único que quiere es recuperar el amor de su “ex-mujer” (en realidad nunca estuvieron casados), y mantener el respeto de su hija Becca.

Si en el primer artículo publicado en Fagiafilia se hablaba del lamentable estado actual de la fábrica de los sueños, no es menos cierto que las series norteamericanas actualmente tienen una frescura y una calidad que nunca antes habían alcanzado.

EE.UU se encuentra en la era de las series. La imaginación que tanto se echa en falta a la hora de elaborar libretos para el cine parece sobrar a los guionistas televisivos, “Héroes”, “24”, “Perdidos” (Al menos en su primera temporada), “Los Soprano”, “Dexter”, “Masters of horror”, “Roma”, todos ellos productos originales, con personalidad, una bocanada de aire fresco en el parasitario panorama de la ficción televisiva y cinematográfica occidental.

La (a)moral que presenta “Californication” es sorprendente para una serie procedente del otro lado del Atántico Norte. Genial la escena que abre el episodio piloto, http://es.youtube.com/watch?v=wy-zTgCW0es (Si amigos, “blowjob” significa mamada), no había visto nada tan gamberro y descarado en mucho tiempo, (¡joder!, ni que hubiera firmado yo el guión) toda una declaración de intenciones que no deja insatisfecho a lo largo de la serie.

A lo largo de los doce capítulos que completan la primera temporada tendremos ocasión de deleitarnos con tríos, sadomaso, sexo con violencia (light, no penséis mal marranos)… todo un carrusel de jolgorio, desenfreno y lúbrica satisfacción carnal. El sexo se presenta en la serie como lo que es, un juguete para adultos (aunque hasta eso se pone en duda, o por lo menos la edad en que uno se hace adulto) al que no debemos dejar olvidado en un rincón, ¡hay que jugar con él!, sería una pena no prestarle atención a algo tan divertido y satisfactorio.

El único pero se lo pondría al personaje de Becca, la hija de Hank, es el contrapunto moral-ñoño de la serie. Sus padres están separados pero ambos la tratan como a una princesa, no creo que haya nadie en la vida real ni en la ficción (salvo en “Médico de familia”, claro está) que sea tratado con tanta atención y mimo. ¡Y a pesar de todo la niña se mosquea y pone caritas cuando por algún casual papá no pueden estar con ella!, es insultante (por favor que la maten en la segunda temporada, ¡justicia social!)

Apunte para curiosos: Según he podido leer en “Wikipedia” Californication, a parte de la serie y el albúm de los Red Hot Chili Peppers, hace referencia a las influencias de los californianos en muchos estados occidentales de los EE.UU.

1 comentario:

Slaine McRoth dijo...

Pues si, las series han adelantado al cine, y actualmente se realizan las mejores producciones de la historia. Añadiría Band of brothers a las que has mencionado y la lista estaría completa para mi gusto.
Californication, simplemente genial del primero al último capítulo. Tiene un humor negro brutal y unos personajes que interactuan de una manera genial. Creo que el personaje de Becca es un mal necesario para resaltar la faceta de padre de Hank.
Un saludo.
Un saludo.