Funhouse (La casa de los horrores)
Director: Tobe Hooper
Guión: Larry Block
Fotografía: Andrew Laszlo
Intérpretes: Elizabeth Berridge, Cooper Huckabee, Shawn Carson, Jeanne Austin, Jack McDermott, Largo Woodruff, Miles Chapin, David Carson, Kevin Conway
(EE.UU) 1981
Sinopsis:
La joven Amy que vive en un hogar “american way of life” junto a sus padres y a su hermano pequeño, sale un sábado por la noche a vistitar el parque de atracciones que ha llegado a la ciudad junto con su novio Buzz y sus amigos Richie y Liz. Los cuatro jóvenes visitan varias atracciones hasta llegar a “la casa encantada” (en realidad un tren del terror bastante infantil). Tras la atracción los jóvenes deciden quedarse retozando justo encima de la habitación de Madame Zena, la cual es asesinada por el monstruoso hijo del dueño de la atracción. Los jóvenes asisten atónitos a la matanza y pronto son descubiertos por el padre de la deforme criatura, quien a sabiendas de que son testigos del crimen, les irá dando muerte uno a uno hasta que Buzz acaba con su vida, que será vengada por su deforme hijo. Amy quedará como única superviviente, consiguiendo dar muerte al monstruo y escapando de la atracción al amanecer.
El tejano Tobe Hooper cierra con esta malsana, enfermiza y granguiñolesca película tras, “ La matanza de texas”, “Trampa mortal” y la adaptación para televisión de “Salem’s lot” la primera parte de su filmografía.
La película se abre con un paródico doble homenaje a “Psicosis” Alfred Hitchcock, 1960 y “La noche de Halloween” John Carpenter, 1978. La cámara subjetiva nos muestra la visión del psicópata entrando en la habitación de algún niño aficionado al terror, la estancia está plagada de máscaras macabras, posters terroríficos y diversas armas blancas, el psicópata coge un cuchillo y se enfunda una máscara de payaso,( tal como hiciera el tierno y perverso Michael Myers en la obra fundacional de Carpenter), mientras una joven se desnuda y se introduce en la ducha, el asesino avanza por el pasillo mientras su respiración va subiendo de tono crispando más y más los nervios del espectador. Una vez en la ducha corre la cortina y clava el cuchillo en la víctima… pero sorpresa, el cuchillo es de plástico y el supuesto psicópata no es más que el hermano pequeño de la víctima gastándole una broma (Un poco cabroncete y sucio el crío, ¿no?)
Toda una declaración de intenciones del realizador nacido en Austin.
Desde esta primera y genial escena la película es toda ella un enorme homenaje al género de terror, los padres de Amy ven por televisión “La novia de Frankenstein” James Whale, 1933, la grotesca y bizarra feria nos retrotrae a “Freaks” Tod Browning, 1932 y el desarrollo posterior de la cinta es un claro homenaje a la salvaje ópera prima de Hooper. Tanto la estructura de la historia que va creando un ambiente enrarecido a través de personajes siniestros y amenazantes, (el viejo borracho que espía a las bailarinas de streaptease, la vieja beata que sermonea a las jóvenes, la pitonisa Madame Zena), como los propios personajes: Amy, (sufridora heroína que verá como van muriendo uno a uno sus amigos mientras ella lucha por sobrevivir), y el monstruoso hijo del dueño de la casa encantada (éste último parece un primo no muy lejano de Leatherface, en esta ocasión cambia la máscara de piel humana por una de Frankenstein), recuerdan a la sangrienta matanza recreada en el desierto texano.
El parque de atracciones en el que se desarrolla la acción, es real, se trasladó desde Akron (Ohio) hasta los estudios de rodaje, en Florida. El carrusel de atracciones, los fenómenos de feria (reses con malformaciones, fetos flotando en formol) y los extravagantes maestros de ceremonia (un mago que perfora con una estaca a una voluntaria en directo, un pequeño hombre coronado por un peculiar sombrero anuncia a las mujeres más bellas del país) logran hacer de la feria un lugar fascinante lleno de rincones extraños llenos de magia y misterio. La atracción estrella es “La casa encantada” su peculiar presentador (el “look” debe de venir en el manual de feriante, chaleco de cuero y joyas de oro) advierte a los incautos visitantes antes de adentrarse en el siniestro lugar: “¿Quién se atreve a entrar en nuestra casa encantada?, terror hasta el paroxismo, gritarán ustedes de terror, suplicarán que se les libere, pero no conseguirán escapar porque nadie puede escapar de la casa encantada, ¿Quién es lo suficientemente hombre para entrar en este oscuro mundo?”
Mención especial merece la repulsiva caracterización del monstruoso asesino gracias al artesano trabajo de Rick Baker y Craig Reardon.
A pesar del carácter “teenager” del film (diálogos intrascendentes, personajes estereotipados) y de su estructura de slasher o body count (asesino mata-adolescentes) al uso, Tobe Hooper sabe imprimir ciertas dosis de sadismo irreal, (el hachazo en la cabeza que Buzz propicia por accidente a su amigo Richie) e ir creando una atmósfera malsana claramente in-crescendo que logra su climax en la escena final en la sala de máquinas, dónde se lleva a cabo un angustioso combate entre el terrible monstruo y la joven e indefensa Amy.
Un pequeño clásico del terror dentro de las b-movies ochenteras.
Director: Tobe Hooper
Guión: Larry Block
Fotografía: Andrew Laszlo
Intérpretes: Elizabeth Berridge, Cooper Huckabee, Shawn Carson, Jeanne Austin, Jack McDermott, Largo Woodruff, Miles Chapin, David Carson, Kevin Conway
(EE.UU) 1981
Sinopsis:
La joven Amy que vive en un hogar “american way of life” junto a sus padres y a su hermano pequeño, sale un sábado por la noche a vistitar el parque de atracciones que ha llegado a la ciudad junto con su novio Buzz y sus amigos Richie y Liz. Los cuatro jóvenes visitan varias atracciones hasta llegar a “la casa encantada” (en realidad un tren del terror bastante infantil). Tras la atracción los jóvenes deciden quedarse retozando justo encima de la habitación de Madame Zena, la cual es asesinada por el monstruoso hijo del dueño de la atracción. Los jóvenes asisten atónitos a la matanza y pronto son descubiertos por el padre de la deforme criatura, quien a sabiendas de que son testigos del crimen, les irá dando muerte uno a uno hasta que Buzz acaba con su vida, que será vengada por su deforme hijo. Amy quedará como única superviviente, consiguiendo dar muerte al monstruo y escapando de la atracción al amanecer.
El tejano Tobe Hooper cierra con esta malsana, enfermiza y granguiñolesca película tras, “ La matanza de texas”, “Trampa mortal” y la adaptación para televisión de “Salem’s lot” la primera parte de su filmografía.
La película se abre con un paródico doble homenaje a “Psicosis” Alfred Hitchcock, 1960 y “La noche de Halloween” John Carpenter, 1978. La cámara subjetiva nos muestra la visión del psicópata entrando en la habitación de algún niño aficionado al terror, la estancia está plagada de máscaras macabras, posters terroríficos y diversas armas blancas, el psicópata coge un cuchillo y se enfunda una máscara de payaso,( tal como hiciera el tierno y perverso Michael Myers en la obra fundacional de Carpenter), mientras una joven se desnuda y se introduce en la ducha, el asesino avanza por el pasillo mientras su respiración va subiendo de tono crispando más y más los nervios del espectador. Una vez en la ducha corre la cortina y clava el cuchillo en la víctima… pero sorpresa, el cuchillo es de plástico y el supuesto psicópata no es más que el hermano pequeño de la víctima gastándole una broma (Un poco cabroncete y sucio el crío, ¿no?)
Toda una declaración de intenciones del realizador nacido en Austin.
Desde esta primera y genial escena la película es toda ella un enorme homenaje al género de terror, los padres de Amy ven por televisión “La novia de Frankenstein” James Whale, 1933, la grotesca y bizarra feria nos retrotrae a “Freaks” Tod Browning, 1932 y el desarrollo posterior de la cinta es un claro homenaje a la salvaje ópera prima de Hooper. Tanto la estructura de la historia que va creando un ambiente enrarecido a través de personajes siniestros y amenazantes, (el viejo borracho que espía a las bailarinas de streaptease, la vieja beata que sermonea a las jóvenes, la pitonisa Madame Zena), como los propios personajes: Amy, (sufridora heroína que verá como van muriendo uno a uno sus amigos mientras ella lucha por sobrevivir), y el monstruoso hijo del dueño de la casa encantada (éste último parece un primo no muy lejano de Leatherface, en esta ocasión cambia la máscara de piel humana por una de Frankenstein), recuerdan a la sangrienta matanza recreada en el desierto texano.
El parque de atracciones en el que se desarrolla la acción, es real, se trasladó desde Akron (Ohio) hasta los estudios de rodaje, en Florida. El carrusel de atracciones, los fenómenos de feria (reses con malformaciones, fetos flotando en formol) y los extravagantes maestros de ceremonia (un mago que perfora con una estaca a una voluntaria en directo, un pequeño hombre coronado por un peculiar sombrero anuncia a las mujeres más bellas del país) logran hacer de la feria un lugar fascinante lleno de rincones extraños llenos de magia y misterio. La atracción estrella es “La casa encantada” su peculiar presentador (el “look” debe de venir en el manual de feriante, chaleco de cuero y joyas de oro) advierte a los incautos visitantes antes de adentrarse en el siniestro lugar: “¿Quién se atreve a entrar en nuestra casa encantada?, terror hasta el paroxismo, gritarán ustedes de terror, suplicarán que se les libere, pero no conseguirán escapar porque nadie puede escapar de la casa encantada, ¿Quién es lo suficientemente hombre para entrar en este oscuro mundo?”
Mención especial merece la repulsiva caracterización del monstruoso asesino gracias al artesano trabajo de Rick Baker y Craig Reardon.
A pesar del carácter “teenager” del film (diálogos intrascendentes, personajes estereotipados) y de su estructura de slasher o body count (asesino mata-adolescentes) al uso, Tobe Hooper sabe imprimir ciertas dosis de sadismo irreal, (el hachazo en la cabeza que Buzz propicia por accidente a su amigo Richie) e ir creando una atmósfera malsana claramente in-crescendo que logra su climax en la escena final en la sala de máquinas, dónde se lleva a cabo un angustioso combate entre el terrible monstruo y la joven e indefensa Amy.
Un pequeño clásico del terror dentro de las b-movies ochenteras.
1 comentario:
Mentes retorcidas, sadismo enfermizo y puding de visceras y sangre...
Solo los estomagos mas privilegiados lo soportaran.
Unámonos maniacos, esta es nuestra pelicula!
Somos legion.
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